Brasil mostró sus credenciales como favorita en el Sudamericano sub"20 que acoge Uruguay tras ofrecer una exhibición de fútbol y potencia ante una Chile luchadora pero inferior, que supo sufrir y aprovechar sus ocasiones recortando distancias en un marcador engañoso que pudo ser mucho más abultado.
Quince minutos tardó Brasil en entrar en juego ante una Chile que se adueñó de la pelota, la movió con criterio y propuso irse al ataque, siempre a partir de los pies de Luciano Cabral, el hombre por el que pasa cada balón en esta selección.
Pero las incursiones de la Rojita apenas pusieron nerviosa a la Canarinha, que poco a poco iba encontrando su sitio en el campo y acabó por revertir la situación. Brasil se fue arriba a presionar la salida del balón de los chilenos y Nathan comenzó a dirigir los designios de los suyos cuando la posesión estaba en su poder.
Avisó Marcos Guilherme con un durísimo zapatazo desde el costado izquierdo que dio en el larguero, rebotó en la línea de gol y salió hacia fuera, y casi desde el mismo lugar Nathan obligó a Vargas a volar con un fuerte e intencionado disparo.
Pero el primer gol llegaría desde el costado derecho, tras una veloz internada de Gerson cuyo centro al área pequeña encontró la pierna de Marcos Guilherme.
La conexión entre ambos continuó a la vuelta de vestuarios y nada más reanudarse el juego Gerson centró un balón que Marcos Guilherme ejecutó para poner el 2-0.
La segunda mitad discurrió sobre el guión escrito en los primeros 45 minutos y sólo la falta de acierto impidió que Brasil aumentara su cuenta de goles. Cada balón filtrado de Nathan, cada subida al área de Caju, cada carrera de Guilherme obligó a la zaga chilena a esforzarse al máximo.
Pero la Rojita no se rindió. Físicamente inferiores a los brasileños, se fajó en cada jugaban y corrió a la contra cuando pudo. Jeraldino puso algo emoción con un balón que se paseó delante del arco brasileño, pero fue Cuevas quién puso en pie a la grada con un soberbio golazo de falta directa, desde muy lejos, que clavó en la escuadra.
Una jugada aislada que premió el sacrificio chileno pero qué poco tuvo que ver con el desarrollo general del partido, dominado completamente por Brasil.efe