(Kabul, 10 de febrero. EFE).- Al menos 58 personas murieron en Afganistán en combates entre supuestos insurgentes y Fuerzas de Seguridad, el último de ellos tras el ataque de un grupo de suicidas con bombas al cuartel provincial de la Policía en Kunduz, informaron hoy fuentes oficiales.
El ataque comenzó hacia las 10.30 hora local (06.00 GMT) cuando cinco suicidas con bombas intentaron entrar en el cuartel general de la provincia noroccidental de Kunduz, dijo a Efe el gobernador provincial, Mohamed Omar Safi.
Uno de los atacantes explotó la bomba que llevaba en el acceso a las instalaciones policiales y los otros cuatro intentaron entrar pero murieron en un enfrentamiento con la Policía, indicó el gobernador.
Además de los cinco atacantes murió un policía, mientras que otros tres agentes resultaron heridos en el combate que duró cerca de una hora, precisó Safi.
Un portavoz talibán, Zabihulá Muyahid, reivindicó el ataque a través de Twitter y manifestó quevarios suicidas entraron en el cuartel y causaron numerosas bajas entre los policías.
Además, al menos 48 supuestos insurgentes murieron y tres fueron detenidos durante las últimas 24 horas en operaciones militares en varias partes del país asiático, según el Ministerio de Defensa afgano.
Las ofensivas aéreas y terrestres se centraron en las provincias de Uruzgan, Kandahar, Helmand (sur) y Kunduz y en ellas perdieron la vida cuatro militares en combates con talibanes y por la explosión de bombas colocadas en carreteras, informó Defensa en una nota.
Afganistán atraviesa una etapa muy complicada tras la retirada al final de 2014 de la misión ISAF de la OTAN, sustituida por la operación “Apoyo Decidido” que mantendrá entre 3.000 y 4.000 soldados aliados en tareas de formación del Ejército afgano junto a unos 10.800 militares que Estados Unidos mantiene en el país.