Dominique Strauss-Kahn declara hoy ante el Tribunal Correccional de Lille (norte) que lo juzga por proxenetismo sobre lo que sabía de la organización de las orgías que se organizaban para él cuando era director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), y en particular de la presencia de prostitutas.
Tres mujeres del colectivo Femen, con el pecho al descubierto, se abalanzaron sobre el coche en el que Strauss-Kahn (conocido por sus siglas DSK) entró en el aparcamiento del tribunal poco después de las 09.00 hora local (08.00 GMT).
Las mujeres llevaban el torso con mensajes como los que gritaban al exministro para reclamar la culpabilidad de los clientes de las prostitutas y de los proxenetas, en medio de una nube de cámaras y de periodistas.
DSK debe declarar durante tres días esta semana sobre las acusaciones que figuran en el sumario, como que estaba perfectamente al corriente de que las mujeres que participaban en las orgías que le organizaban unos empresarios amigos, tomando como base de operaciones el hotel Carlton de Lille, eran prostitutas.
Su línea de defensa es negar esa versión, que sin embargo es la que mantuvieron las prostitutas durante la fase de instrucción y las que han comparecido en este proceso, abierto el pasado día 2, constituidas en acusación particular.
Unas mujeres que han descrito prácticas sexuales próximas al bestialismo de este político socialista que tenía previsto disputar en las primarias de su partido la candidatura a las presidenciales francesas de 2012, y cuya carrera política se truncó en mayo de 2011 al ser detenido en Nueva York, acusado por una empleada de hotel de agresión sexual.
A su favor tendrá la versión de alguno de los otros 13 inculpados, como la de su amigo el empresario David Roquet, que asegura que él nunca dijo a Strauss-Kahn que las mujeres que le llevaba a las juergas que le organizaba estuvieran allí por dinero.
En sus primeras palabras al tribunal la semana pasada, DSK afirmó que no conocía a otros dos de los acusados que se sientan con él en el banquillo, el conocido proxeneta Dominique Alderweireld (alias Dodo la Saumure, que tiene varios prostíbulos en Bélgica) y el que fue responsable de comunicación del Carlton de Lille René Kojfer.
De acuerdo con el acta de acusación, ambos participaron en el montaje de una red de prostitutas al servicio del entonces director del FMI, que viajaban según la agenda de éste a Washington, Nueva York o París.
El cargo por el que DSK está inculpado, proxenetismo agravado, podría suponer una condena de hasta diez años de cárcel y una multa de 1,5 millones de euros.EFE