Conocido como “la Tuta” y “el Profe”, Servando Gómez Martínez, fue un maestro de escuela que subió por los rangos del cartel Los Caballeros Templarios hasta convertirse en la figura más visible de la organización delictiva.
Gómez, de 48 años de edad, uno de los capos más buscados de México, fue arrestado la madrugada del 27 de febrero, en Morelia, estado de Michoacán.
Según fuentes de la policía, tras el arresto, se le trasladó a Ciudad de México.
El maestro mexicano Servando Gómez Martínez tenía 35 años de edad cuando abandonó las clases de educación básica, a las que se había dedicado por más de una década, para dedicarse al narcotráfico.
En 2001 La Tuta cambió las aulas por camionetas blindadas, y la tiza y pizarras por granadas y fusiles de asalto.
Algunos dicen que El Profe, como le conocían en su natal Arteaga, Michoacán, estaba cansado del bajo sueldo que recibía; otros, como su hermano Luis Felipe, reconocen que en realidad ya había incursionado en el tráfico de drogas.
Han pasado catorce años desde ese momento, en 2001. Ahora a El Profe se le conoce más como La Tuta, líder del cartel de narcotráfico de Los Caballeros Templarios y uno de los delincuentes más buscados en México y Estados Unidos, donde se ofrece una recompensa de US$2,5 millones por su captura.
Según las autoridades, es una de las organizaciones más violentas y peligrosas del país: ha sido señalada de utilizar elementos religiosos y sacrificios humanos para mantener el orden y la disciplina entre sus miembros.
La Tuta mismo es un personaje singular. Según la Procuraduría (fiscalía) General de la República (PGR) utilizaba el tarot como guía para tomar decisiones, como elegir dónde esconderse o a quien asesinar, porque considera que las cartas le dicen quién lo ha traicionado.
Pero Servando Gómez fue también el vocero de su grupo y un efectivo negociador político que apoyó las campañas de alcaldes y diputados locales. El secretario de Gobernación de Michoacán y gobernador interino de Michoacán en 2013, Jesús Reyna, fue arrestado después de que se comprobaran sus nexo con el cartel de los Caballeros Templarios.
La Tuta repitió en entrevistas y videos que “todos los políticos, del partido que sea, piden ayuda para poder ganar, y después se les olvida quiénes son sus amigos“.
“Ya no me puedo salir”
La Tuta nació en febrero de 1966 en Arteaga, un municipio serrano en la llamada Tierra Caliente de Michoacán, en la costa occidental de México y principal bastión de Los Caballeros Templarios.
En 1985 terminó su carrera como maestro normalista, y durante unos 15 años impartió clases de educación básica en rancherías de la región. También cultivaba tomate, maíz y melón en la huerta familiar.
Por esos años Gómez Martínez era un profesor muy dedicado a sus alumnos, e incluso participó en la fundación de centros de ayuda para adictos a las drogas y alcohol.
Algunos piensan que éste fue su primer contacto con el narcotráfico, no sólo a través de los jóvenes en rehabilitación, sino porque conoció a personajes que utilizaban estos centros para reclutar sicarios.
Uno de los más conocidos es Nazario Moreno González, quien se hacía llamar El Doctor, y quien luego añadió los sobrenombres de El Chayo y El Más Loco. El personaje recién había regresado de Estados Unidos donde permaneció brevemente en prisión por tráfico de drogas.
Pero otros afirman que, en realidad, El Profe se cansó del bajo salario y la pobreza en que siempre había vivido.
Su hermano Luis Felipe declaró a la PGR –según publicaron medios locales- que le pidió a Servando regresar a las clases, pero él le contestó: “Tengo que seguir en esto porque ya no me puedo salir”.
Muchos en Arteaga supieron pronto la decisión de El Profe, pero donde no se dieron cuenta fue en la Secretaría de Educación Pública de Michoacán, que durante nueve años emitió un cheque con el sueldo quincenal de Servando Gómez.
Oficialmente los pagos se suspendieron en 2010, pero en un video que se difunde por Internet La Tuta dice que aún recibe su salario. “Yo pago impuestos, soy profesor, me descuentan del cheque”.
“Somos un mal necesario”
En 2001 La Tuta, El Más Loco y otros líderes regionales como Enrique Plancarte Solís, “El Kike”, y Jesús Méndez Vargas -”El Chango”- fundaron La Empresa, una banda de narcotráfico que en sus primeros años operó en alianza con el Cartel del Golfo.
El grupo rompió con sus socios en 2006 y a partir de ese momento cambió su nombre por La Familia Michoacana. Su nacimiento fue incluso anunciado con planas pagadas en diarios locales, donde decían que a partir de ese momento se encargaban de la seguridad del estado.
La nueva organización tuvo, desde el principio, reglas inusuales para un grupo de narcotráfico. Nazario Moreno distribuyó entre sus miembros un documento al que llamaba “Biblia”que contenía una serie de consejos similares a los utilizados en sus centros de rehabilitación juvenil.
Los integrantes de La Familia no podían consumir drogas o conducir en estado de ebriedad. Tenían prohibido agredir a mujeres y quienes cometían abusos sexuales eran castigados con la muerte.
El grupo se fracturó en 2011. La Tuta y El Chayo encabezaron la facción más numerosa, a la que bautizaron como Los Caballeros Templarios, que pronto estableció un sistema de terror en Michoacán.
Sin embargo El Profe aseguraba que sus “muchachos” (sicarios) se portaban bien, y quienes rompían las reglas eran castigados. “Los dedos de la mano no son parejos, como no son parejos los miembros de una familia”, señaló en uno de sus videos que se difunden en Internet.
“A mucha de nuestra gente le falta preparación, pero nadie se ha preocupado por apoyarnos. ¿Pero por qué nos tendrían que apoyar? Chueco o derecho somos un mal necesario y aquí estamos”.
“Queremos paz”
En febrero de 2013 aparecieron grupos de autodefensa que expulsaron a Los Templarios de varios municipios de Tierra Caliente.
Meses después el gobierno federal desplegó soldados, marinos y policías federales en la zona para apoyar a los guardias comunitarios, y en pocas semanas los principales líderes del cartel murieron o fueron detenidos.
La Tuta utilizó entonces una de sus principales estrategias: los medios de comunicación. Desde 2009 en Internet se difundieron varios videos donde pedía diálogo al gobierno federal, y también “que se aplique el estado de derecho”.
En uno de sus mensajes más recientes se dirigió al presidente Enrique Peña Nieto. “Si podemos contribuir en algo y nos invitan a dialogar para detener lo que está sucediendo en Michoacán y en parte de nuestra república mexicana, estamos dispuestos a acudir. Queremos paz, señores, también tenemos familia, también tenemos por quién velar“.
Pero ni los mensajes ni las varias entrevistas que concedió impidieron que el cerco se cerrara. La Tuta abandonó su casa de Arteaga y según algunas versiones fue obligado a refugiarse en cuevas y montañas.
El maestro que dejó las aulas para seguir un camino de poder y dinero, volvió a la marginación y pobreza.
El golpe final se produjo en una vivienda de Morelia, capital del estado de Michoacán, donde fue capturado por la policía sin que se hiciera un solo disparo.
Por: Alberto Nájar / BBC Mundo