El exbatería del grupo de rock australiano AC/DC, Phil Rudd, se declaró hoy culpable de amenazar de muerte a un empleado y a su hija de 10 años, y de posesión de drogas ante un tribunal de Nueva Zelanda, informó la prensa local.
Según la fiscalía Rudd, de 60 años, hizo las amenazas por teléfono el 26 de setiembre, lo que llevó a la policía a realizar un registro en la casa del músico en Matua, en la isla Norte, en la que encontró 0,71 gramos de metanfetamina y 130 de cannabis.
El veterano músico llamó a un socio pidiéndole que le "quitaran" a un exguardaespaldas reconvertido en asistente personal al que quería despedir.
Al día siguiente llamó al empleado para preguntarle si iba al trabajo y cuando este dijo que sí, Rudd le contestó "voy a por ti y te mataré".
Las llamadas fueron realizadas poco después de que el primer disco en solitario de Rudd, "Head Job", publicado en agosto, "no funcionara bien", lo que, según el portal neozelandés Stuff, enfureció al músico que decidió despedir a varios empleados, incluida la víctima.
El juez del tribunal de Tauranga mantuvo la libertad condicional a Rudd -que inicialmente había negado haber realizado las llamadas telefónicas- hasta que se dicte sentencia el próximo 26 de junio.
El abogado Craig Tuck dijo que buscará el levantamiento de los cargos contra el veterano músico en un caso que atribuyó a una "llamada malhumorada".
El pasado mes de noviembre, la Policía retiró por falta de pruebas los cargos de instigación para cometer dos asesinatos contra Rudd, que inicialmente fue acusado de intentar contratar a unos sicarios.
Rudd fue absuelto el año pasado por un tribunal de Nueva Zelanda de haber mentido sobre su consumo de drogas en un informe para renovar su licencia de piloto de helicópteros.
El batería, único integrante de AC/DC nacido en Australia, se trasladó a Nueva Zelanda en 1983 después de abandonar el grupo de rock al que volvió a unirse en 1994.
Rudd dejó de nuevo el grupo a principios de año y fue reemplazado por Chris Slade, con quien AC/DC actuó la semana pasada en el festival Coachella, en Estados Unidos. EFE