(Washington, 17 de abril. AFP).- Los tres países mas afectados por la epidemia del ébola pidieron este viernes un “Plan Marshall” de 8.000 millones de dólares para ayudar a reconstruir sus economías y reforzar las labores futuras de prevención sanitaria.
La presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, dijo a los líderes de los organismos internacionales de ayuda financiera en Washington que la suma es claramente elevada pero crucial para la recuperación de Guinea, Liberia y Sierra Leona tras la devastadora epidemia que golpeó a esos países el año pasado.
Según Johnson Sirleaf, el monto llevará a los tres países, que con Costa de Marfil conforman la Unión del Río Mano, a un nivel más sostenible de crecimiento, y a construir sistemas de salud que pudieran prevenir una epidemia similar.
“¿Es pedir demasiado? Decimos que no, porque la Unión del Río Mano puede ser una fuerza formidable para la recuperación de la subregión”, dijo Sirleaf en una conferencia junto a los líderes de Naciones Unidas, el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“El Plan Marshall fue la consecuencia de una guerra. Ébola fue como una guerra para nuestros países“, dijo el presidente guineano Alpha Conde en la conferencia, realizada al margen de las reuniones de primavera boreal del FMI y el BM.
Los líderes de los tres países insistieron en que, con la epidemia controlada pero no totalmente erradicada, era urgente obtener más dinero, incluso antes de la conferencia de Naciones Unidas de donantes, planeada para julio.
“Necesitamos estos fondos inmediatamente, no queremos esperar hasta julio”, señaló Conde.
La cifra incluiría parte de la ayuda internacional ya prometida y destinada a los tres países africanos.
En la reunión, el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, anunció que destinará 650 millones de dólares en los próximos 12 a 18 meses para ayudar a Liberia, Guinea y Sierra Leona, un monto adicional a los 1.000 millones ya comprometidos por el organismo para combatir la epidemia.
La contribución del FMI asciende a 430 millones de dólares en préstamos o alivio de deudas.
Del total de ayuda, 4.000 millones serían destinados a un programa de dos años para restaurar las comunidades devastadas por el ébola, que dejó más de 10.000 muertos, principalmente en los tres países.
También ayudaría a restaurar la confianza en los inversionistas, luego que muchos de ellos abandonaron los países tras el brote de la enfermedad.
El presidente del BM compartió la urgencia de la ayuda señalando que “la epidemia no se ha acabado” y que “el mundo no puede dejar” de prestar atención.