(Montevideo, 17 de abril. EFE) - El secretario general electo de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, dijo que el ingreso de Cuba es “un imperativo” para la organización y que propondrá una “agenda positiva de trabajo” con el país caribeño para conseguirlo.
“El ingreso de Cuba es un imperativo para la Organización de Estados Americanos (OEA) y hemos propuesto una agenda de trabajo a plantear a Cuba a partir del 26 de mayo, dondetengamos instancias de diálogo que permitan ir resolviendo los principales problemas“, dijo Almagro.
El excanciller uruguayo fue elegido secretario general de la OEA en las elecciones del pasado 18 de marzo y sustituirá al actual dirigente en funciones, el chileno José Miguel Insulza, el próximo 26 de mayo.
La OEA es el único organismo regional que reúne a todos los países del continente, con la única excepción de Cuba, suspendida de la institución en 1962.
Lograr el reintegro del país caribeño es una de las aspiraciones que Almagro dijo querer cumplir durante su mandato, y para ello, según indicó, tratará de elaborar una “agenda positiva” consultando a todos los países sobre los pasos a dar.
“Cuba tiene la suspensión levantada desde 2009 y tiene todas las posibilidades para retornar cuando mejor lo desee. Esto no se puede hacer sin una agenda, una agenda bilateral para ver si es posible curar las heridas que la OEA le ha ocasionado a Cuba durante varias décadas”, expresó Almagro.
El dirigente electo no quiso aportar detalles sobre los temas concretos que se le plantearán a Cuba, excusándose en que “cuando se quiere llevar una agenda positiva a buen termino las conversaciones han de ser lo más reservadas posibles“.
La referencia a Cuba fue uno de los puntos principales de la conferencia “Perspectivas de una nueva OEA”, que ofreció hoy Almagro en Montevideo en el Centro Artiguista por los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Cadesyc).
Durante la charla, el excanciller uruguayo dijo que la OEA tiene que “lograr sanar completamente las heridas del pasado“, en el que sufrió “los vestigios de la Guerra Fría” y las consecuencias de algunas políticas relacionadas con golpes de estado y dictaduras.
“La OEA ha hecho un esfuerzo importante para salir de esta visión negativa y tiene una nueva visión estratégica basada en los pilares fundamentales de democracia, derechos humanos, desarrollo integral y seguridad multidimensional”, señaló Almagro.
Respecto a la democracia, el máximo representante electo de la OEA dijo que la organización “debe dotarse de herramientas para el conocimiento anticipado de eventuales crisis que pueda haber en la región”, y que se debe “generar una fuerza de democratización continental, eliminando desigualdades y promoviendo más derechos para más personas”.
Almagro se comprometió a fortalecer el papel de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), “su autonomía técnica y su competencia profesional“, y expresó que “estaría bien” que Venezuela volviera a integrarse a este organismo, del que salió voluntariamente en 2012.
Además, anunció la creación de un Sistema Interamericano de Prevención de Conflictos Sociales “que permita la interacción de la sociedad civil con empresas y gobiernos“.
La elaboración de una red panamericana de educación, disponer de un fondo de contingencia con especial énfasis en el Caribe y en Centroamérica, y priorizar el tema migratorio centralizaron los puntos de interés futuro expuestos por Almagro para la OEA desde el enfoque del desarrollo integral.
Finalmente, sobre el tema de la seguridad multidimensional, el mandatario mostró la voluntad de trabajar en iniciativas en las que participen “organismos multilaterales y globales, del sector privado y de la sociedad civil“.
“La seguridad constituye una debilidad y debemos concentrarnos en la prevención de la violencia con instrumentos fundamentales como la educación y el deporte”, sostuvo Almagro, a la vez que subrayó “el problema de las drogas”, para que el que, según dijo, se deben estudiar “políticas alternativas que ofrezcan soluciones”.