El joven combatiente Hamza, de 22 años, escribió a su padre una carta para decirle que estaba listo para sumarse a la luchadespués de haber recibido entrenamiento con explosivos, pero no era un joven cualquiera, sino el hijo favorito de Osama bin Laden, de acuerdo con informaciones de la inteligencia estadounidense.
Más de un centenar de documentos recientemente desclasificados fueron proporcionados a la AFP, incluyendo dos cartas de Hamza a su padre y una de la madre del joven implorándole que siga los pasos de su progenitor.
El grupo de documentos incluye correspondencia de Al Qaida sobre el deseo de retornar al círculo más próximo a su padre. Informaciones sugieren que el joven participó de ataques y ayudó a producir videos de propaganda cuando era poco más que un adolescente.
Estos documentos fueron hallados en 2011 por un comando estadounidense en una casa en Abbottabad, Pakistán, donde Bin Laden fue hallado y ultimado a balazos. Los papeles arrojan luz sobre la organización interna de Al Qaida, el debate sobre su futuro y las preocupaciones por la seguridad de Bin Laden en la casa de Abbottabad.
Aún persisten especulaciones sobre el paradero de Hamza -a quien un legislador británico llamó “príncipe heredero del terrorismo“- en la noche en que su padre fue abatido, y no hay prueba alguna de que haya estado en Abbottabad.
El joven no ha hecho apariciones públicas ni declaraciones en videos durante varios años, y su paradero es aún un misterio, dijeron funcionarios de la inteligencia estadounidense. Sin embargo, los papeles dan cuenta de un joven que se describe a sí mismo como “forjado en acero“, listo para acompañar a su padre en un viaje hacia “la victoria o el martirio”, y un esfuerzo de la red por lograr que el joven se una a Bin Laden.
“Me pone realmente triste que legiones de mujahidines hayan marchado y yo no me haya unido a ellos“, le escribió Hamza a su padre en una elocuente carta de julio de 2009, cuando el joven se encontraba arrestado en Irán, de acuerdo con la traducción del documento realizada por la CIA.
“Temo pasar el resto de mi juventud detrás de los barrotes”, añadió, para expresar: “Mi amado padre, te anuncio que yo y los otros, con la gracia de Dios, seguiremos el mismo camino, el camino de la yihad”.
La seguridad era una obsesión para Bin Laden
Un cielo cargado de nubes para escapar de los drones y el temor a minúsculos detectores inyectables: la seguridad era una obsesión para Osama Bin Laden, de acuerdo a documentos capturados en el operativo que costó la vida al líder de Al Qaida, y obtenidos por AFP.
Esa preocupación constante con la seguridad queda en evidencia en buena parte de la centena de papeles a los que AFP tuvo acceso, desclasificados y traducidos por la CIA, aunque no ha sido posible verificar de forma independiente el origen de estos documentos ni la calidad de la traducción. Por ejemplo, en una carta fechada el 26 de septiembre de 2010, Bin Laden detalló instrucciones precisas para que una de sus esposas pudiera reunirse con él en Abbottabad, Pakistán, sin traicionarlo inadvertidamente.
“Antes de que Um Hamzah llegue aquí, es necesario que ella abandone todo, inclusive vestimentas, libros y todo lo que posea, en Irán. Todo lo que una aguja pueda penetrar”, escribió, antes de explicar que “han sido desarrollados dispositivos para espionaje tan minúsculos que pueden ser escondidos en una jeringa“.
Además, señaló que “como no se puede confiar en los iraníes, es posible implantar uno de esos dispositivos en alguno de los objetos que uno pueda cargar”.
Um Hamzah -la saudita Jairiah Sabar- era una de las tres esposas de Bin Laden presentes en la residencia en Abbottabad donde el líder de Al Qaida fue abatido a balazos por un comando estadounidense. Poco después, Hanzah fue arrestada por autoridades paquistaníes.
Evitar la red Internet
En otros documentos a los que AFP tuvo acceso, Bin Laden explicó a sus interlocutores la importancia de estar constantemente atentos a la seguridad, aunque ello torne más difíciles las comunicaciones y las operaciones. “Los procedimientos de seguridad en nuestra situación deben ser aplicados a todo momento y no hay margen para el error”, señaló en otra carta, no datada.
Bin Laden llegó a explicar a un lugarteniente que “nuestra situación de seguridad no nos permite ir a ver un médico, de forma que por favor tengan cuidado con sus necesidades médicas, en especial los dientes, y guarden las recetas de cada médico para volver a usarlas cuando vengan”.
En lo que se refiere a las comunicaciones por la red Internet, apuntó que “podemos hacerlo por mensajes muy generales, pero el secreto que rodea a un mujahidín no le permite utilizarla, los enlaces son el único medio”.
El líder de al Qaida también recordó a sus lugartenientes que era necesario destruir regularmente las tarjetas de telefonía celular utilizadas.
“He destruido todas las tarjetas que había entre nosotros. Las ha roto y destruido. Uso ahora tarjetas nuevas, Por favor, preciso que destruyan todas las tarjetas anteriores y usen nuevas. Debemos hacer esto cada vez que cambiemos las tarjetas”, determinó.
Fuente: AFP