Lilian Thuram, uno de los mejores defensas de la primera década del milenio, jugó diez temporadas en la Juventus y después fichó por el Barcelona, donde terminó su carrera en 2008. A partir de entonces, se dedica a la lucha contra el racismo a través de su fundación, aunque sigue muy de cerca a sus dos ex equipos. Italianos y catalanes se enfrentarán en la final de Champions League de Berlín y el francés tiene el corazón divido.
El próximo 6 se junio, ¿con quién irá Lilian Thuram?
Para mí es importante el juego. Cuando era futbolista si el otro equipo jugaba mejor que el mío aceptaba la derrota. Espero que sea una final muy bonita.
Se enfrentan dos estilos muy diferentes.
Sí, absolutamente. El Barça es un equipo que le gusta tener el balón, proponer fútbol. La Juvenuts, como la mayoría de equipos italianos, prioriza la contención, el orden defensivo y espera su momento. Para la Juve no es importante tener el balón. En Italia lo importante es marcar un gol más.
Ha comentado en varias ocasiones que cuando llegó al Barcelona descubrió el fútbol de esencia.
El fútbol en Barcelona es diferente y me gusta mucho. Es más divertido ver al Barça que a cualquier otro equipo. Todos los futbolistas se divierten, como cuando éramos niños. Desgraciadamente, mi etapa en el Barcelona llegó demasiado tarde. Estaba habituado a un estilo defensivo, siempre cerca de mi portería. Después de diez años en Italia me costó mucho cambiar ese hábito.
¿Qué le quedó de su etapa en Barcelona?
Mucha satisfacción porque jugué con grandes jugadores, pero sobre todo grandes personas. Xavi, Iniesta, Valdés, Puyol. Son gente normal, no van de súper estrellas. Guardan la humildad como método de trabajo. Cuando el equipo perdía tenían una reacción de campeón, porque los campeones saben perder.
Son futbolistas que comparten la filosofía de la casa. Esa es la gran fuerza del Barcelona, que muchos jugadores llegan de la cantera. De hecho, durante mi etapa culé me gustaba ver los partidos de los chavales. Jugaban como el primer equipo y eso sólo lo veías en el Barça. Mira Messi. Es el jugador más fuerte del mundo y sigue trabajando, implicado y tocando con los pies en el suelo. Y esto lo ha mamado en La Masia. Es muy importante que también se eduque a los niños antes que hacerlos futbolistas.
¿‘Més que un club’?
Sí, tienen toda la razón. El Barcelona tiene una historia muy importante y el club la defiende fiel a una filosofía y un estilo de juego.
¿Cómo ve al Barça actual?
La temporada es muy buena. Y han cambiado una cosa. Antes jugaban muy bien pero el adversario creaba muchas ocasiones de gol. Ahora son más consistentes y no ceden tantas opciones al contrario.
Y además han recuperado la mejor versión de Messi.
Todos los grandes tienen jugadores determinantes, pero un jugador no hace un equipo. Y más el Barcelona, que es el paradigma del juego de equipo. En el Barça tienes futbolistas muy importantes en todas las posiciones. Déjame destacar a Mascherano. Es increíble lo que aporta, es el espíritu del equipo. Y delante tienes a los tres cracks: Suárez, Neymar y Leo. Las defensas deben estar muy atentas, eh. Normalmente estás pendiente de uno, pero en el Barça debes multiplicar tu concentración por tres.
Usted que jugó con Zidane. ¿Zizou o Messi?
¿Por qué elegir uno? Vivimos en un mundo de confrontaciones… Podrían jugar juntos porque son grandes jugadores. Zidane movía a todo su equipo. Era un distribuidor. Messi es más decisivo, mete muchos goles y reparte asistencias.
Hablemos de la Juventus. ¿Por dónde puede hacer más daño?
Por todas partes. No sabes qué pasará a un partido y menos en una final. Los jugadores tienen mucha actitud y muchas ganas. Quizás el Barça parte como favorito, pero esa carta no juega en la final, al revés puede girarse en tu contra.
Como pasó en el último precedente del 2003. Usted jugaba en la Juventus y eliminaron al Barça en la prórroga en el Camp Nou.
Exacto. Veo cierto paralelismo y ahora se podría vivir una situación parecida. Entonces el Barça había empatado en Turín y en el Camp Nou era favorito. Y lo ganamos. Igual que esta temporada en semis. El Madrid también tenía que eliminar a la Juventus y en Berlín estarán los italianos.
¿La Champions es la espina clavada de la Juve?
Sí. Y también del fútbol italiano. Para la plantilla de la Juventus es una oportunidad fantástica. Te enfrentas al rival más fuerte del mundo y al mejor futbolista del planeta. ¿Qué puede ser más motivador? Además, para ellos es muy importante volver a ganar una final después de tanto tiempo. Por eso nadie parte con ventaja.
Usted es muy amigo de Buffon, con quien jugó en el Parma y la Juve. La final de Berlín será una cita muy especial para él.
Sin duda. Estará al 200 por cien para ganar. Buffon es fantástico y vuelve a estar a un magnífico nivel. Es un grande y me gustaría que en algún momento de su carrera ganara la Champions League. Por tipos como él tengo el corazón dividido. Porque tengo amigos en el Barça y también me alegraría que la ganaran ellos, claro.
¿Asistirá a Berlín a ver la final?
No creo. La veré en casa, tranquilamente, con mis hijos y esperando que sea un partido muy divertido.
Desde su fundación, sigue trabajando contra el racismo. ¿Cree que en el mundo del fútbol se ha evolucionado en esta causa?
La UEFA y FIFA están haciendo un buen trabajo, aunque siempre se puede mejorar. Los clubes tienen un papel a jugar para conseguir una mejor convivencia. La gente olvida que ante todo hablamos de igualdad. El racismo en el fútbol es el racismo que existe dentro de la sociedad. Es allí donde debemos trabajar principalmente.
En España se están tomando fuertes medidas contra los cánticos ofensivos y en los campos de fútbol.
Me parece una buena medida. Muchas veces cuando se está en un campo de fútbol se pierde el control. Cantan e insultan. Me parece bien que la Liga, los clubes y los futbolistas colaboren para erradicar el racismo. Podemos jugar o seguir un encuentro desde el respeto. Es un punto de educación importante para los jóvenes, que al final imitan lo que ven de los profesionales. MD