El banco HSBC recortará 25.000 puestos de trabajo, cerca de un 10% de su plantilla mundial. Los despidos son parte de una reestructuración en el seno del mayor banco de Europa, multado por la manipulación de los mercados de divisas y envuelto en un gran escándalo por evasión fiscal en su unidad suiza, que tiene como objetivo reducir 5.000 millones de dólares en costes anuales.
En una presentación a los accionistas, Stuart Gulliver, consejero delegado del HSBC, de 56 años, dio a conocer los criterios que el banco utilizará para decidir, antes del final del año, si mantiene su cuartel general en Reino Unido. Aquí se encuentra desde que en 1992 se trasladó desde Hong Kong, tras la compra del banco británico Midland. Pero el pasado mes de abril la entidad anunció que está estudiando mover de nuevo su sede, probablemente de vuelta a Hong Kong.La estrategia incluye la venta de las operaciones en Turquía y Brasil, aunque el banco mantendrá una presencia en el país americano “para servir a los grandes clientes corporativos con respecto a sus necesidades internacionales”. La retirada de estos dos mercados supondrá un recorte adicional de otros 25.000 empleos. Permanecerán las operaciones mexicana y estadounidense, a pesar de que su rendimiento, según el banco, está por debajo de los objetivos. “HSBC está llevando a cabo una revisión significativa de su cartera de negocios”, señala la entidad en un comunicado este martes. “Se redistribuirán los recursos para aprovechar mejor las oportunidades de crecimiento y adaptarnos a los cambios”.
Los planes presentados el martes por HSBC ofrecen señales sobre dónde se hallan ahora sus prioridades geográficas. La reducción global de activos es de un 25%, y el porcentaje que supone Asia en la entidad sube de un 33% a un 40%. Hasta 8.000 de los despidos serán producto de cierres de sucursales en Reino Unido y de la reducción de plantilla en la sede londinense de Canary Wharf. El coste salarial se reducirá aún más al trasladar personal a lugares con costes más bajos. “Reconocemos que el mundo ha cambiado y necesitamos cambiar con él”, ha dicho Gulliver.La política fiscal del Gobierno británico con las entidades financieras es uno de los factores que HSBC estudiará para tomar una decisión sobre si permanece o no en Londres. El impuesto a los bancos, que se aplica a sus resultados globales y que cuesta a HSBC cerca de 700 millones de libras al año, será un factor importante en la decisión. El anuncio añade cierta presión de cara al discurso que George Osborne, canciller del Exchequer, tiene previsto dar el miércoles.
Será la segunda gran ronda de recortes en HSBC. Tras asumir Gulliver el mando de la entidad crediticia hace cuatro años, se eliminaron 30.000 empleos. La mitad de los despidos de esta segunda oleada se derivarán de iniciativas como la banca digital y la automatización, según el plan del banco.EL PAIS