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martes, 9 de junio de 2015

INTERNACIONALES

El Supremo de Panamá abre un juicio por espionaje a Martinelli

En un nuevo golpe judicial al expresidente panameño Ricardo Martinelli, la Corte Suprema de Justicia de Panamá aprobó este lunes enjuiciarlo por uno de los más controvertidos casos de su gestión gubernamental de 2009 a 2014: escuchas telefónicas o espionaje a amigos y enemigos, desde periodistas, opositores, sindicalistas e indígenas, hasta socios y colaboradores.
“Soy un perseguido político y no seré el último”, alegó Martinelli en un mensaje que envió este lunes en su cuenta de Twitter, convertida en su principal mecanismo de comunicación inmediata para replicar o contestar los cuestionamientos en torno a su etapa presidencial y la secuela de líos.
El pleno de la Corte decidió abrir una causa contra Martinelli por supuestos delitos contra la seguridad informática, asociación ilícita, inviolabilidad del secreto, derecho a la intimidad, peculado y abuso de autoridad. La causa se tramitará en forma paralela a otro proceso que se inició en mayo en contra del exmandatario, próspero empresario de las cadenas de supermercados, por supuestas irregularidades en el manejo de fondos gubernamentales para suministrar alimentos a escuelas pobres.
“Martinelli espió a todo el mundo desde 2009”, aseguró el abogado panameño Miguel Antonio Bernal a EL PAÍS. Bernal, catedrático de la Facultad de Derecho de la estatal Universidad de Panamá, quedó registrado por la Corte como uno de los ocho querellantes de la acusación por el caso de “los pinchazos telefónicos” contra el exjefe de Estado, quien desde finales de enero de 2015 se refugia en Miami mientras las demandas atizan las hogueras políticas en Panamá.
El caso de los pinchazos telefónicos ha alimentado las aguas de las intrigas en Panamá desde julio de 2014 y mezcla negocios de compra de equipos especializados en Israel y otras maniobras. En una confesión ante el Ministerio Público de Panamá, Gustavo Pérez, quien fue secretario ejecutivo del Consejo de Seguridad y director de la Policía durante el mandato de Martinelli, reveló que el exmandatario construyó en su gestión una estructura clandestina de espionaje que vulneró la intimidad de empresarios, políticos, periodistas, sindicalistas e indígenas y operó desde el despacho presidencial.
El expresidente vive en un apartamento en Miami desde que la Corte aprobó en enero pasado abrir el primer proceso judicial en su contra y autorizó despojarle de su inmunidad en su condición de presidente del ahora opositor partido Cambio Democrático. Varios exministros y cercanos colaboradores de Martinelli permanecen presos por los diversos escándalos de corrupción política que estallaron desde que el primero de julio de 2014 finalizó su gestión.
EL PAIS