Utilizan iguanas marinas como bioindicadoras para prevenir el impacto de El Niño en Galápagos
La iguana marina es una especie amenazada, que desde los últimos dos años se ha tomado como referencia para medir los efectos del fenómeno climático conocido como El Niño en Galápagos, de manera que se puedan adoptar medidas que permitan la conservación de este ecosistema.
Su ritual de alimento consiste en sumergirse en el agua hasta por 45 minutos y puede llegar a hacerlo varias veces en el transcurso del día. Sin embargo, las que han sido estudiadas presentan una reducción considerable en el peso y garrapatas.
Estos casos pueden ser indicativos de una ausencia de alimentos; lo que puede convertirse en una disminución en el número de esta especie que ha llegado a morir de inanición al no encontrar comida.
Eduardo Espinoza, uno de los investigadores de la especie, explicó que esta situación corresponde al evento conocido como El Niño: “El agua está más caliente de lo que debería estar en esta época, entre 2 y 3 grados centígrados por encima de lo normal. No hay vientos alisios por lo que las nubes se concentran y empieza a haber una mayor cantidad de lluvia que no es acorde con la época”.
Asimismo, explicó que la capa superficial del océano desaparece con El Niño, lo que conlleva a que las especies que viven debajo de ella como las sardinas y los atunes, comiencen a migrar.
Esto hace que especies como el lobo marino y la tortuga marina desaparezcan de la cadena alimenticia, porque deben migrar para poder conseguir el alimento que necesitan para sobrevivir, desequilibrando el ecosistema.
Las principales especies afectadas por este fenómeno son las iguanas marinas, lobos marinos, pingüinos y cormoranes.
Los investigadores continuarán atentos a los cambios para evitar mayores daños en el ecosistema.
Con información de El Universo.