La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) llamó hoy la atención sobre la dramática situación en que se halla la población de la provincia yemení de Taiz, que sufre las consecuencias de la violencia y de las violaciones de los derechos humanos.
En los últimos cinco días al menos 65 personas han perdido la vida y más de 400 han resultado heridas en la ciudad del mismo nombre.
El suministro de agua, así como los servicios sanitarios y de limpieza han colapsado. Alrededor de 300.000 personas no disponen de agua corriente desde el pasado 18 de agosto y la basura se amontona en las calles desde hace dos semanas.
El portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, explicó hoy durante la habitual rueda de prensa con periodistas que de las 375.000 personas a las que se pretendía prestar asistencia alimentaria en agosto sólo se ha podido llegar a 57.000 y la campaña de polio que se iba a realizar en siete distritos ha sido aplazada.
"Más de 3 millones de personas en la provincia de Taiz están en riesgo, a medida que el suministro de ayuda humanitaria se ha hecho extremadamente difícil. Los alimentos y el combustible no están llegando a los puntos de distribución y los trabajadores humanitarios están siendo acosados", informó Dujarric.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reclamado el establecimiento de un corredor humanitario que permita llevar asistencia sanitaria a esa población, donde además se ha constatado un incremento rápido en los casos de dengue.