El Juventus no tuvo ningún problema para sumar su segunda victoria en la presente edición de la Liga de Campeones y dominar así el grupo D, al imponerse por 2-0 al Sevilla, un equipo que se mostró en Turín muy inofensivo y sin dar la impresión de que pudiera poner en problemas al rival.
El cuadro local dominó de principio a fin, metió un tanto en los últimos minutos de cada periodo y, sin esforzarse demasiado, se llevó el partido ante los sevillistas, que tiraron una sola vez a puerta en todo el encuentro, en el que el veterano meta italiano Gianluigi Buffón fue un mero invitado.
Llegó el Sevilla a un estadio donde dieciséis meses antes había ganado su tercer título de la Liga Europa ante el Benfica portugués, pero ahora para medirse al propietario de la instalación, campeón de Italia y subcampeón de la ‘Champions’, en la máxima competición continental.
La cita se planteaba con los equipos en horas bajas en sus ligas -cinco puntos en seis partidos- pero con sendas victorias en sus estrenos en la fase de grupos, el conjunto piamontés en el campo del Manchester City inglés (1-2) y el andaluz en el Sánchez Pizjuán (3-0) al Borussia Mönchengladbach alemán, por lo que el primer puesto del grupo estaba en juego.
También se planteó el choque con bajas significativas por lesión en las dos escuadras, como las locales del lateral suizo Stephan Leinchtstein, el delantero croata Mario Mandzukicy y el centrocampista Claudio Marchisio, o la del lateral uruguayo exsevillista Martín Cáceres, éste al tener un accidente de tráfico en la madrugada del martes y dar positivo en el control de alcoholemia.
El técnico de los ‘bianconeros’, Massimiliano Allegri sí recuperó al centrocampista alemán exmadridista Sami Khedira tras superar una lesión que le ha tenido fuera del equipo lo que va de temporada.
El cuadro de Unai Emery presentaba hasta nueve bajas por lesión, el portero portugués Antonio Alberto Bastos ‘Beto’, tres centrales -el francés Adil Rami, el portugués Daniel Carrizo y el argentino Nico Pareja-, el lateral izquierdo Sergio Escudero, los centrocampistas Víctor Machín ‘Vitolo y argentino Éver Banega y dos delanteros -el francés Gaël Kakuta y el mencionado Llorente-.
Con todo ello, el peso del partido lo llevó desde el inicio la Juventus, que quiso mover balón y buscar a su delantero más efectivo, el español Álvaro Morata, todo un incordio para los centrales visitantes, y que tuvo la ayuda del colombiano Juan Cuadrado por la derecha y del argentino Paulo Dybala.
El equipo español se dedicó más a verlas venir, a no descomponer la defensa y a confiar en que pasaran los minutos con los menos problemas posibles, pero en la faceta de creación estuvo desafortunado, tuvo poco el balón y nadie del centro del campo que lo condujera para que el francés Kevin Gameiro pudiera tener opciones ante Gianluigi Buffon.
No obstante, parecía que el conjunto de Emery había equilibrado el juego en el tramo final de la primera parte y que al rival ya le costaba encontrar espacios, pero una conexión por la derecha de Andrea Barzagli con Morata tuvo éxito y el exmadridista conectó un cabezazo certero al que no respondió Sergio Rico.
El objetivo sevillista quedó truncado con el 1-0 poco antes del descanso y ya para la segunda parte el preparador guipuzcoano tuvo que replantear un sistema que en la primera mitad había tenido poca mordiente que su primer remate a puerta llegó en el minuto 44 de un ucraniano Yehven Konoplanka que estuvo muy desaparecido hasta el momento.
En la reanudación, pronto el Juventus estuvo cerca del 2-0, pero Dybala falló el mano a mano con Sergio Rico, aunque eso fue un anuncio de que los locales iban a por el segundo frente a un adversario que seguía sin reaccionar.
Emery efectuó un doble cambio con la entrada del italiano Ciro Immobile y Vicente Iborra por Gameiro y su compatriota Steven N’Zonzi, puesto por puesto para refrescar pero sin que ello diera mas fuerza a un equipo que estuvo a merced siempre de una Juve que veía cerca marcar su segundo tanto.
Lo positivo para el Sevilla fue que llegó al tramo final del choque con el 1-0 y, ya con el joven delantero de la cantera Juan Muñoz sobre el terreno, podía tener alguna opción de empate, pero la ilusión hispalense se desvaneció cuando a falta de tres minutos para que se cumplieran los noventa Simone Zaza, que había salido poco antes por Morata, puso el 2-0 que cerró el choque.