El Secretario General de la ONU acogió con beneplácito la decisión el gobierno de Estados Unidos de otorgar la libertad a unos 6.000 reclusos con el fin de aliviar el hacinamiento en las cárceles federales y reducir condenas excesivas por delitos no violentos y relacionados sobre todo con las drogas.
Ban Ki-moon también saludó el que se considerará la posibilidad de llevar a cabo más excarcelaciones de personas sentenciadas por ese tipo de delitos.
El Titular de la ONU subrayó que los Estados deben aplicar la privación de libertad como último recurso y sólo después de tomarse en consideración otras alternativas.
Resaltó que la sobrepoblación en los centros carcelarios suele dar lugar a malos tratos e inclusos a casos de tortura. Por todo ello, el Secretario General señaló que algunos Estados deben desarrollar e implementar alternativas al ingreso en prisión y revisar sus políticas y sus leyes para garantizar que las sentencias son proporcionales a la magnitud del delito.
En el caso del uso de drogas, agregó, debe incrementarse el enfoque en la asistencia sanitaria, la prevención, el tratamiento y la atención a esas personas.
