(Caracas, 1 de noviembre. DPA) – American Pharoah, el caballo que volvió a llevar las carreras a las portadas de todos los medios en Estados Unidos, se retiró con un nuevo triunfo.
El potro, conducido por el jinete mexicano Víctor Espinoza, se impuso el sábado en el Breeders’ Cup Classic, su novena victoria en las 11 pruebas de una trayectoria que será recordada por haber sido el primer caballo en 37 años en ganar la Triple Corona: las pruebas de Kentucky Derby, Preakness y Belmont. Sólo 11 caballos lo habían conseguido antes.
American Pharoah, de tres años, ha hecho ganar a su dueño, Ahmed Zayat, 8,65 millones de dólares.
“Queríamos que se marchara como un ganador. Es un ganador”, dijo Zayat, que dada la popularidad del caballo decidió abrir los entrenamientos para que los aficionados pudieran verlo.El sábado, más de 50.000 personas fueron testigos de su última prueba.
“Sabía que era su última carrera y estaba preparado. Sólo quería aprovechar su gran velocidad, como siempre”, dijo sobre la carrera del sábado el jinete Espinoza.
Tras una derrota en agosto, Zayat decidió que había llegado el momento para que American Pharoah se retirara.
“Es el caballo más amable, amigable, feliz, fácil de tratar y brillante que vi en mi vida. Conectó con la gente. Ama a la gente”, dijo Zayat sobre un potro siempre paciente con los fans, quizás el más fotografiado de la historia.
“Es triste verlo partir, pero creo que ha demostrado ya suficiente”, dijo su entrenador, Bob Baffert. “Es mucha presión entrenar un caballo así. No quería decepcionarlo, ni a él ni a los fans. Es como si viera correr a mi hijo”, agregó.
El potro centró en junio la atención deportiva en Estados Unidos antes de la carrera de Belmont, la que le dio la Triple Corona.
Protagonizó portadas en papel y en Internet y muchos minutos en televisión. Hizo que las carreras de caballos en Estados Unidos, que mueven mucho dinero en apuestas pero que se han visto afectadas por el descenso de público y los escándalos de doping en los últimos años, volvieran a ser un asunto nacional.
Su futuro ya está decidido: será un semental de crianza en una granja de Kentucky, donde tratará de que su descendencia herede su genética de campeón.
