El Gobierno de Colombia y las FARC iniciaron un nuevo ciclo de sus diálogos de paz con el reto de avanzar hacia una tregua bilateral que prepare el camino para el acuerdo que, si se cumplen las previsiones, sellará el fin del conflicto armado en marzo próximo.
EFE
Durante este ciclo, que se prolongará hasta el 13 de noviembre, ambas partes se enfocarán además a discutir el contenido del acuerdo marco de justicia transicional firmado en septiembre pasado.
"La ampliación de la democracia es lo que hará innecesaria la confrontación armada entre compatriotas", aseguraron las FARC en un comunicado leído este martes al inicio del ciclo por el líder insurgente "Carlos Antonio Lozada" (alias de Luis Antonio Losada).
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que se congratularon por el apoyo del Consejo Gremial Nacional colombiano al proceso de paz, hicieron también un llamamiento a poner fin a los rencores.
"Superar por la vía del diálogo un conflicto que sobrepasa medio siglo, implica derrotar los odios y las ansias de venganza. La justicia restaurativa es el camino para lograrlo", señalaron los guerrilleros, quienes afirmaron que ninguno de los acuerdos logrados en La Habana "conspira contra la estabilidad de la nación".
La firma de estos convenios "fortalecen" al país "en la medida que generan condiciones para que los colombianos podamos dirimir nuestras diferencias por la vía democrática", indicaron las FARC.
Preguntado sobre la vigencia del plazo de seis meses para la paz, anunciado por el presidente Juan Manuel Santos durante la firma del acuerdo sobre justicia transicional y el histórico apretón de manos con el máximo jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", Lozada advirtió que se hablará de eso "cuando se cierre el tema justicia" en la negociación.
Antes de eso ambas partes se proponen acordar un cese el fuego bilateral para diciembre. Las FARC mantienen una tregua unilateral desde el pasado 20 de junio, pero han advertido de que su decisión peligra a causa de un aumento de las operaciones militares en su contra.
El pasado 28 de octubre el mandatario colombiano pidió a los negociadores de ambas partes realizar un esfuerzo para avanzar en el cierre de algunos puntos en las conversaciones y comenzar el 2016 con el cese bilateral de las hostilidades.
La guerrilla propuso después adelantar la tregua a mediados de diciembre y Santos se mostró de acuerdo y pidió ayuda a la ONU en la verificación internacional.