El presidente de la República, Nicolás Maduro, ya se encuentra en el Centro Nacional de Convenciones Abdulaziz, en Arabia Saudita, donde se realizará la IV Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de los Países Árabes y América del Sur (Aspa), que busca impulsar la cooperación política y económica entre ambos bloques.
El primer mandatario venezolano fue recibido llegó este martes y fue recibido en Arabia Saudita por el rey, Salman Bin Abdulaziz, en el Aeropuerto Rey King Khalid. La primera combatiente, Cilia Flores; la canciller, Delcy Rodríguez; y una delegación oficial del Ejecutivo Nacional, acompañan a Maduro.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa; el emir de Catar, Tamim bin Hamed al Zani; el de Sudán, Omar Hasan al Bachir; Irak, Fuad Masum; y Palestina, Mahmud Abás, también fueron recibidos por el Rey.
Esta cumbre, que durará dos días, está enmarcada en el décimo aniversario del lanzamiento de este foro político y económico, que ya se ha realizado en tres oportunidades: Brasilia (2005), Doha (2009) y Lima (2012) y que trajeron consigo un incremento en los intercambios comerciales y en las inversiones entre ambos bloques.
Cabe recordar, que la Aspa la conforman 11 países miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y los 22 de la Liga Árabe. En el evento se estima que participen más de 350 personas entre gobernantes, empresarios funcionarios y embajadores.
Para esta ocasión, el tema central será la inestabilidad del mercado petrolero y la necesidad de consolidar estrategias que permitan establecer un precio justo del crudo.
Es importante recordar, que ambas regiones impulsan un nuevo modelo económico el cual se basa en las fortalezas de cada país colocando por delante, el interés de sus pueblos. En lo político, se buscará de profundizar el diálogo interregional, concertar sobre los principales temas de orden regional e internacional, además de intensificar la cooperación en el seno de los foros multilaterales y entre las organizaciones regionales.
En lo económico, se plantea la cooperación entre las capacidades de los países miembros, asumiendo las potencialidades que disponen ambas regiones, además de profundizar la cooperación Sur-Sur a través de un mayor intercambio comercial, turístico y de inversión.
Finalmente, en el ámbito cultural se quiere fomentar la divulgación del patrimonio árabe en los países suramericanos y viceversa, generando nuevas vías de comunicación e intercambio cultural.