Los ruandeses votaron masivamente por una reforma constitucional que permite ser candidato a un tercer mandato consecutivo al presidente Paul Kagame, en el poder desde 1994.
El "sí" a favor de la enmienda constitucional obtuvo 98,13% de los votos, contra 1,71% para el "no", de acuerdo a resultados oficiales de la Comisión Electoral sobre 21 de los 30 distritos, es decir 70% del país.
De confirmarse estos resultados parciales publicados este sábado, la reforma constitucional podría incluso llegar a permitir a Kagame dirigir el país hasta 2034.
"Hemos presenciado la voluntad del pueblo. Es claro que lo que la gente quiere lo puede obtener", declaró Kalisa Mbanda, jefe de la Comisión electoral nacional, tras anunciar los resultados preliminares.
El pueblo "pidió una reforma constitucional y la obtuvo", añadió, citado por el diario progobierno New Times.
Unos 3,7 millones de ruandeses presentaron una petición pidiendo que Kagame pueda mantenerse en el poder después de la expiración de su mandato en 2017, el último que le permite la actual Constitución.
Unos 6,4 millones de ruandeses estaban inscritos para pronunciarse a favor o en contra de la reforma constitucional decidida en noviembre de 2015 que abarca varios artículos, en particular el 101 y el 172 que autorizan potencialmente a Kagame, de 58 años, mantenerse en el poder 17 años más.
La reforma constitucional recibió el apoyo de todas las formaciones políticas legales de Ruanda salvo una, el pequeño Partido Democrático Verde que consideró que el plazo de 10 días entre el anuncio del referéndum y el voto era demasiado corto para hacer campaña.
Elegido presidente en 2003 y reelegido en 2010, con más de 90% de los votos cada vez, Kagame es el hombre fuerte de su país desde julio de 1994, cuando el Frente Patriótico Ruandés (FPR) que lideraba el hoy presidente tomó Kigali y puso fin al genocidio en Ruanda.
Las matanzas a gran escala se venían registrando desde abril de 1994, tras la muerte del entonces presidente Juvénal Habyarimana al ser abatido su avión. Las milicias hutu "Interahamwe" y las Fuerzas Armadas Ruandesas (FAR) mataron metódicamente a los "Inyenzi" ("las cucarachas", en idioma kinyarwanda, como apodaban a los tutsis), así como a los hutus opositores al partido de Habyarimana y a quienes se negaban a participar en las matanzas.
La victoria de los rebeldes del FPR provocó a su vez un éxodo de centenares de miles de hutus hacia el vecino Zaire (actualmente República Democrática del Congo).
Desde entonces, Kagame ha sido descrito en varias oportunidades por sus detractores como un líder autoritario.
"Tras años de intimidaciones de parte del gobierno (...) las manifestaciones públicas de desacuerdo son poco comunes", declaró Carina Tertsakian, de la ONG de defensa de los Derechos Humanos Human Rights Watch, tras darse a conocer los resultados parciales del referendo.
Al anunciarse el proyecto de reforma constitucional, socios internacionales de Ruanda, empezando por Estados Unidos, instaron a Kagame a abandonar el poder en 2017, como preveía la Carta Magna vigente hasta ahora.AFP