Rusia denunció este lunes injerencias externas en la situación en Venezuela y advirtió que la escalada de la crisis política que vive el país podría acabar en graves disturbios.
"En medio de una compleja situación económica, la lucha política amenaza con acabar en enfrentamientos callejeros. Lamentablemente, la escalada de tensión es alentada desde el exterior", señala un comunicado difundido por el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
La intervención "destructiva desde el exterior es inaceptable", agregó la diplomacia rusa, que subrayó que "nadie tiene derecho a imponer a Venezuela las revoluciones de color", en alusión a los vuelcos de poder, apoyados por Occidente, que han vivido en los últimos años varias de las antiguas repúblicas soviéticas.
"La solución política de los problemas de Venezuela corresponde al pueblo venezolano, que ha elegido en su día a sus órganos de poder legítimos. Y debe corresponderse con las normas constitucionales y la legislación nacional del país", apuntó Moscú.
El presidente Nicolás Maduro declaró en días pasados que está preparado militarmente para una intervención extranjera o un golpe de Estado, que según él, alienta desde el extranjero "la derecha internacional".
Hace tres días, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) inició unas maniobras militares "sin precedentes", según el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, encaminadas a prepararse para "cualquier escenario". EFE