Según información de autoridades chilenas, el movimiento telúrico, que provocó temor en la población, dejó a unas localidades sin electricidad y comunicaciones telefónicas.
Según informes del Instituto Sismológico de la Universidad de Chile, la mayoría de las réplicas tuvo su epicentro bajo el mar, frente a la localidad de Tirúa, en el límite de las regiones del Bío Bío y La Araucanía.
El Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS) indicó que las réplicas alcanzaron una magnitud de 5,1, mientras que la más reciente que se registró a las 02H03 locales (05H02 GMT) fue de 4,9.
El profesor Miguel Castro de la estación de sismología de Mendoza (a menos de 400 kilómetros de Santiago, capital) indicó que la gran actividad sísmica en el Cinturón de Fuego del Pacífico repercute en la placa suramericana, por lo que las fallas de Mendoza entran en actividad.
"Hubo cuatro eventos importantes en la frontera con Chile antes y después del sismo de magnitud 7, que ya es terremoto destructor en caso de que su epicentro esté en tierra. El hecho de que se haya detectado en el mar evitó el desastre", aseguró.
El sismo del domingo abarcó unos mil kilómetros del centro y el sur de Chile, incluidas las regiones de O'Higgins, Maule, Bío Bío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos. Autoridades señalaron que el movimiento se registró a las 17H20 locales de este domingo (20H20 GMT).
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, llamó a la calma a la población tras su visita este domingo a la sede de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).
"Afortunadamente no tenemos que lamentar ni accidentes, ni pérdidas de vidas, ni daños mayores. En todo caso, es importante destacar que todos los servicios funcionaron de forma normal", subrayó el mandatario chileno.
Piñera respaldó la actitud "de la gente que tomó esa decisión, que obedece a la cultura sísmica de los chilenos, que habitan en un país afectado permanentemente por estos fenómenos naturales (...) Tenemos que estar preparados".
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