El gobierno argentino advirtió este lunes que puede llegar a rescindir el contrato a la distribuidora de electricidad italiana Edesur por los apagones registrados en los últimos días de 2010 en Buenos Aires y su poblada periferia.
"Vamos a analizar el contrato en profundidad, ya estamos analizando y viendo las penalidades, que podrían llegar a la rescisión del contrato", dijo el lunes el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, en declaraciones a la porteña radio Continental.
De Vido sostuvo que transmitirán a la embajada de Italia "el profundo disgusto por Edesur" del gobierno argentino y señaló que "hubo una gran desidia" en esa emergencia por parte de la empresa privatizada en 1992, cuyo mayor accionista actual es el grupo italiano Enel.
Una decena de barrios de la capital argentina fueron afectados en los últimos días de 2010 por prolongados cortes de luz, en algunos casos durante varias jornadas, en medio de una ola de calor que superó los 33 grados celsius.
En algunas zonas de la capital los vecinos expresaron su malestar por los apagones a través de bloqueos a transitadas avenidas.
La empresa había explicado que los apagones se produjeron a causa de "un récord histórico de consumo de energía" que el 22 de diciembre llegó a 3.466 MW, "la mayor exigencia de las redes eléctricas en la historia de la compañía", según comunicado de la empresa.
Edesur, a cargo de la italiana Enel a través de otra empresa que controla, la española Endesa, abastece a la zona sur de la capital argentina y a una parte de su poblada periferia, con 2.305.060 clientes en total (más de 6 millones de habitantes), según su página web.
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