El desempleo es la principal preocupación para el 83,9 por ciento de los españoles, un punto y medio más que hace un mes y el porcentaje más alto en la última década, según una encuesta publicada hoy.
Según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al mes de febrero, tras el desempleo, el 51,6 por ciento de los ciudadanos cita como principal inquietud los problemas de índole económico, seguidos muy de lejos por la clase política y los partidos (17,8 por ciento).
Para el 79,2 por ciento de los encuestados, la situación económica en España es "mala o muy mala", frente al 80,6 por ciento que manifestaban esa opinión en el anterior barómetro; y sólo un 20 por ciento cree que será mejor dentro de un año, porcentaje que se mantiene estable.
No obstante, no cunde el pesimismo entre los españoles que trabajan y el 76,1 por ciento, casi la misma cifra que en enero, ve "poco o nada probable" perder su empleo actual en los próximos doce meses.
La otra cara de la moneda la ofrecen los encuestados que no tienen trabajo, ya que la mayoría (57,4 por ciento) ve "poco o nada probable" conseguir un empleo este año.
El número de desempleados en España roza ya los 4,3 millones, la cifra más alta de los últimos quince años, después de que el mes de febrero no diera tregua y sumara otras 68.260 personas sin empleo.
La crisis económica que sufre España, unida al derrumbe del sector inmobiliario, se han traducido en una gran destrucción de puestos de trabajo, con un desempleo que supera el 20 % de la población activa.
Después del desempleo, los problemas económicos y la clase política, los encuestados citan como principal preocupación la inmigración (12,6 por ciento) y la inseguridad ciudadana, que aumenta un poco más de dos puntos y es mencionada por el 9,4 por ciento.
Según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al mes de febrero, tras el desempleo, el 51,6 por ciento de los ciudadanos cita como principal inquietud los problemas de índole económico, seguidos muy de lejos por la clase política y los partidos (17,8 por ciento).
Para el 79,2 por ciento de los encuestados, la situación económica en España es "mala o muy mala", frente al 80,6 por ciento que manifestaban esa opinión en el anterior barómetro; y sólo un 20 por ciento cree que será mejor dentro de un año, porcentaje que se mantiene estable.
No obstante, no cunde el pesimismo entre los españoles que trabajan y el 76,1 por ciento, casi la misma cifra que en enero, ve "poco o nada probable" perder su empleo actual en los próximos doce meses.
La otra cara de la moneda la ofrecen los encuestados que no tienen trabajo, ya que la mayoría (57,4 por ciento) ve "poco o nada probable" conseguir un empleo este año.
El número de desempleados en España roza ya los 4,3 millones, la cifra más alta de los últimos quince años, después de que el mes de febrero no diera tregua y sumara otras 68.260 personas sin empleo.
La crisis económica que sufre España, unida al derrumbe del sector inmobiliario, se han traducido en una gran destrucción de puestos de trabajo, con un desempleo que supera el 20 % de la población activa.
Después del desempleo, los problemas económicos y la clase política, los encuestados citan como principal preocupación la inmigración (12,6 por ciento) y la inseguridad ciudadana, que aumenta un poco más de dos puntos y es mencionada por el 9,4 por ciento.
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