Las autoridades sanitarias en Estados Unidos anunciaron que están evaluando la creciente evidencia científica sobre los posibles riesgos de la anestesia en los niños.
La Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) se reunió este jueves para discutir si los medicamentos que se utilizan para inducir un estado de inconsciencia en procedimientos quirúrgicos están teniendo un efecto adverso en el cerebro de los niños.
Algunos estudios, llevados a cabo en animales, sugieren que hay un vínculo entre la exposición a estos fármacos y la muerte de neuronas, lo cual podría conducir a problemas cognitivos, de aprendizaje y de conducta.
La reunión del panel de evaluación de la FDA surge tras un artículo, publicado en New England Journal of Medicine (Revista de Medicina de Nueva Inglaterra), donde expertos de ese organismo alertan sobre la necesidad de evaluar el vínculo.
Efecto adverso
Según los autores, "el creciente número de estudios en animales revelan que, bajo ciertas circunstancias, como la anestesia prolongada, estos fármacos podrían estar afectando negativamente el desarrollo neurológico, cognitivo y social de neonatos y niños pequeños".
"Creemos que estos datos deben ser motivo de preocupación para las comunidades científicas y médicas", agregan los expertos de la División de Productos de Anestesia y Analgesia y del Centro de Evaluación e Investigación de Fármacos de la FDA .
Tal sólo en Estados Unidos, cada año se llevan a cabo más de un millón de operaciones quirúrgicas que requieren anestesiar a niños menores de cuatro años, el período de vida que según la FDA podría ser la más vulnerable a lesiones causadas por la anestesia.
Los autores subrayan, sin embargo, que los datos disponibles hasta ahora son limitados y es necesario llevar a cabo más estudios para poder establecer una conclusión definitiva.
El más reciente estudio fue llevado a cabo con monos Rhesus por el Centro Nacional de Investigación de Toxicología de la FDA.
La investigación reveló que la exposición a la ketamina, uno de los fármacos usados como anestésicos, resultó en un incremento en la muerte de neuronas en los primates que tenían una edad equivalente a los 4 años humanos.
Análisis posteriores mostraron que los animales tuvieron un peor desempeño en pruebas de memoria, atención y aprendizaje, que monos no sometidos a la anestesia.
Y ese mal desempeño duró por lo menos otros diez meses después de la administración de la ketamina, dice el estudio.
Datos limitados
Los científicos subrayan, sin embargo, que "no se sabe cómo estos datos obtenidos con roedores y primates podrían traducirse al ser humano".
"Pero estos resultados plantean preguntas que requieren llevar a cabo más investigación científica" agregan.
Tampoco ha sido posible hasta ahora establecer conclusiones con estudios pequeños llevados a cabo con humanos.
Por eso la FDA está estudiando ahora la evidencia disponible para poder establecer si el efecto adverso visto en animales podría ocurrir también en humanos.
El organismo estadounidense está uniendo esfuerzos con la Sociedad Internacional de Investigación de la Anestesia (IARS) para coordinar la investigación sobre los riesgos de la anestesia en menores.
Ambas organizaciones lanzaron un programa llamado Estrategias para Mitigar la Neurotoxicidad Relacionada a la Anestesia en Menores, (SmartTots).
"Cada vez que un paciente es anestesiado durante una cirugía hay un riesgo. Pero quizás podría haber un riesgo especial en los niños menores de cuatro años" afirma el doctor Michael Roizen, director ejecutivo de SmartTots.
"SmartTots nos permitirá entender cómo poder administrar anestesia u llevar a cabo una cirugía de forma segura en estos niños" agrega el funcionario.
Tal como señalan los expertos, dejar de usar anestesia en niños menores que necesitan cirugía no es una opción razonable, por eso es imperativo obtener más información sobre cuál es el uso más seguro de estos fármacos y qué estrategias se pueden implementar para controlar sus riesgos.
BBC
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