La ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, se mostró hoy convencida de que la “presión política y diplomática” de la comunidad internacional acabará obteniendo resultados y hará que el líder libio, Muamar el Gadafi, se vea obligado a renunciar al poder.
Jiménez expuso esta conclusión al término de la reunión del llamado Grupo de Contacto para Libia celebrada hoy en Doha (Catar) con la participación de una veintena de ministros y altos cargos de países que apoyan la misión militar contra Gadafi.
En declaraciones a los periodistas, la jefa de la diplomacia española subrayó el “alto consenso” alcanzado entre todos los participantes para forzar a Gadafi a ceder el poder después de 42 años.
A juicio de Jiménez, cuando todos estos actores coinciden en que la salida de Libia pasa por el alto el fuego, la renuncia de Gadafi y la apertura de una etapa de diálogo, el proceso es irreversible.
“Es tal la presión internacional, la determinación y la voluntad de decirle a Gadafi que se tiene que marchar para facilitar una transición política en su país que en algún momento, esta presión política y diplomática tiene que conseguir resultados“, argumentó.
Como parte de esta estrategia, España enviará un representante diplomático permanente a Bengasi, la capital de facto de los insurgentes, para intensificar la interlocución con el CNT.
Jiménez destacó la importancia de “reforzar políticamente” a este órgano y de buscar vías para que también haya ayuda económica.
Una de las opciones para lograr este fondo, que Ban Ki-moon cifró en 310 millones de dólares, sería descongelar las cuentas bloqueadas que Gadafi tiene en diversos países, entre ellos España.
Este dinero serviría como garantía de préstamo para auxiliar a toda la población civil, no sólo la de la parte rebelde, sino también la del territorio controlado por el régimen de Gadafi, según explicó Jiménez.
También destacó la necesidad de abrir nuevos corredores humanitarios para asistir a los civiles heridos y a los que tienen problemas de suministro de alimentos y agua.
España ha destinado por ahora cinco millones de euros a fines humanitarios y estaría dispuesta a participar en el dispositivo en el que está trabajando la UE con este mismo objetivo, que requeriría el despliegue de más medios militares.
Jiménez admitió que existe un “cierto estancamiento” en cuanto al conflicto armado, aunque no secundó las críticas vertidas a la OTAN por Francia y el Reino Unido por la falta de contundencia para frenar a las fuerzas de Gadafi.
Para la ministra española, “se están desarrollando todas la acciones” para el control del espacio aéreo libio y del embargo de armas a Gadafi que están autorizadas por la resolución 1973 de Naciones Unidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario