El coordinador nacional de la organización política Voluntad Popular presenta en el Zulia su proyecto de gobierno llamado La Mejor Venezuela. Este es el octavo estado que López visita para hablar acerca de sus propuestas, que se fundamentan en las ideas de paz, bienestar y progreso.
López dijo que de los zulianos él ha aprendido acerca de como el orgullo y el arraigo se pueden usar para el cambio y el trabajo. "¡Qué viva el Zulia!", manifestó.
“No podemos concebir en La Mejor Venezuela un funcionario policial que no esté comprometido con su pueblo”, explicó. López dijo que las cárceles venezolanas se han convertido en universidades del delito, y asegura que no ha habido voluntad política para enfrentar esa realidad.
López dijo que hay miles de personas en el Zulia en situación de pobreza, y que es posible reducirla a través de la inclusión productiva de las personas, ofreciéndoles las herramientas para crecer personalmente. El Estado, asegura López, apoyará en La Mejor Venezuela a las personas en situación de pobreza brindando un sistema de salud plenamente funcional y accesible.
El líder político aseguró que el Gobierno central ha mantenido una política destructiva hacia el Zulia que ha significado la pérdida de empleo. Con expropiaciones y amenazas, indicó López, han perjudicado la agricultura en la entidad.
El vocero de Voluntad Popular afirmó que el esquema político del Gobierno ha llevado a Venezuela a ser un país importador de sus alimentos y no productor.
Propuso que en la mejor Venezuela se cree un Fondo Solidario al que lleguen parte de los recursos petroleros, los cuales solamente se puedan utilizar para la seguridad social y para aliviar la pobreza extrema.
“Hoy sucede que el petróleo y los ingresos petroleros se usan para comprar armas de fuego y regalar viviendas, universidades, y hospitales a otros países. Primero debemos atender las prioridades de los venezolanos”, expresó. López dijo que para vencer la pobreza es necesario respaldar y proteger a la propiedad privada.
López finalizó diciendo que sí se podía construir ese proyecto de país en el que hubiese más empleo y más seguridad, pero para eso los ciudadanos debían reconocerse entre ellos como iguales bajo la máxima de que todos los derechos son para todas las personas.