(EFE).- Las autoridades de Killeen (Texas) informaron el arresto de un soldado estadounidense que había acumulado explosivos para un presunto ataque a la base de Fort Hood, donde otro soldado mató a 13 personas en un atentado en 2009.
El sospechoso fue detenido el miércoles y se enfrentará a cargos federales, que podrían presentarse esta misma tarde, según informó el portavoz de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) en Texas, Erik Vasys, a la cadena CNN.
Las autoridades de Killeen, localidad vecina a la base de Fort Hood, confirmaron hoy el arresto de Nasser Jason Abdo, un soldado musulmán que se declaró objetor de conciencia para evitar ser desplazado a Afganistán en 2010, pero se negaron a precisar si su detención está relacionada con el plan para atacar la base.
En un comunicado, el portavoz del Departamento de Justicia, Dean Boyd, confirmó a Efe que hay “un sospechoso en custodia del departamento de policía de Killeen”, en relación con un supuesto plan de ataque a la base, pero tampoco quiso identificar al detenido.
“No tenemos ninguna información que sugiera que siga existiendo una amenaza para la seguridad pública, y estamos investigando el asunto de forma activa”, dijo Boyd.
Abdo, que servía en la base militar de Fort Campbell (Kentucky), abandonó su destacamento el pasado 4 de julio después de ser acusado de poseer pornografía infantil, y no fue visto hasta el miércoles, cuando le descubrieron comprando armas en una tienda de Killeen.
Los agentes hallaron en su habitación de hotel un uniforme de soldado con placas de la base militar de Fort Hood, y según documentos judiciales preliminares obtenidos por la cadena ABC, Abdo aseguró a la policía que planeaba atacar la base para “vengarse”.
Al igual que Nidal Malik Hasan, presunto autor de la masacre de Fort Hood el 5 de noviembre de 2009, Abdo se negó a ser enviado a la guerra por sus creencias musulmanas.
Hasan fue acusado de 32 cargos en un tribunal militar tras tirotear a 30 soldados y a dos agentes de la policía antes de ser alcanzado por una bala en Fort Hood, donde se concentran los soldados que van a ser desplegados en Afganistán e Irak.