AVN .- Misión Reposo. El pueblo que se concentró en Miraflores esperó, desde comienzos de la tarde de este lunes, para encontrarse con el Presidente de la República, Hugo Chávez, con palabras de solidaridad y ánimo, pero sobre todo con un llamado a descansar.
Una marea de personas llegadas de distintas parroquias de Caracas, algunas venidas de otros estados, se acercaron a los alrededores del Palacio Presidencial desde el comienzo de la tarde para ver y escuchar al Mandatario nacional luego de arribar al país tras someterse a una operación de un tumor canceroso en Cuba.
El entusiasmo de la gente crecía, a la 1:30 pm llegaron los primeros con carteles alzados “Pa”lante Comandante”, “Por Ahora, descanse”. Se escucharon bendiciones en la boca de muchos a través de “Radio Verdura”, un camión del Colectivo Tiuna El Fuerte, con grandes cornetas con micrófono abierto a todos.
Los congregados se multiplicaban a medida que avanzaban los minutos, también aumentaba la energía y la cantidad de vendedores ambulantes ofreciendo desde “raspados” y “pinchos” hasta “cornetas bolivarianas” y gorras.
Una señora vestida de rojo de pies a cabeza, encaramada en una moto llamó al Presidente a que por ahora se mantenga en la “Misión Reposo”, mientras que un joven proveniente de la Vega dijo: “Comandante, tenga la calma y reposo que aquí esta su pueblo respaldándolo”.
A las 5:30 de la tarde el Presidente apareció en el Balcón del Pueblo, la energía se incrementó aún más, los gritos de respaldo chocaban entre sí y a veces encontraban un solo ritmo y se escuchaba el “Pa” lante Comandante” repetido intensamente.
Como el 13 de abril del 2002 el pueblo clamó “Volvió, volvió, volvió” cuando lo vio aparecer, el mandatario había regresado de otro Golpe, en este caso a su salud, y desde el balcón gritó “Venceremos”, dijo que es el comienzo de una gran lucha, y se dieron vivas por la vida.
Antes de hablar besó la bandera, respiró la energía del ambiente y expresó: “Viva el pueblo venezolano”. Su discurso se extendió por media hora, reportó detalles de su operación un “20 de julio, nunca lo olvidaré”, de su dieta “ahora en la merienda me toca un yogurt” y de su sentir: “Aquí estoy en el epicentro de mi amor más grande”.
La gente, entre intermitentes “Te amo Presidente” y “Viva Chávez”, concilió que el discurso se prolongaba mucho para un hombre en recuperación post-operatoria y se escuchó “Descanse, descanse, descanse”, en un coro exhortador. Chávez se despidió con un “Venceremos, Viviremos”, el pueblo lo secundó y desapareció del Balcón.
Segundos más tarde, regresó al Balcón y se escuchó la energía del pueblo, y Chávez la volvió a respirar.