Familiares y amigos se reunieron hoy en el cementario Edgwarebury en el norte de Londres para dar el último adiós a la cantante británica Amy Winehouse.
La ceremonia se celebró con un fuerte despliegue de seguridad. Además de fotógrafos y camarógrafos, sólo pocos fans se dieron cita delante del cementario. La familia había pedido privacidad para el entierro de la diva del soul.
Entre los pocos invitados estuvieron famosos como Kelly Osbourne, la hija del rockero Ozzy Osbourne, y el productor Mark Ronson. La familia Winehouse es de fe judía, pero no dio detalles sobre la ceremonia. Medios locales señalaron hoy que el cuerpo de Winehouse sería posiblemente incinerado antes del entierro.
Winehouse, de 27 años, fue hallada muerta el sábado en su casa londinense. La cantante saltó a la fama con el álbum "Back to Black" y tenía desde hacía tiempo problemas con las drogas y el alcohol.
Según las últimas informaciones de la policía, la causa de su muerte se conocerá con exactitud en un plazo de dos a cuatro semanas.
EFE