Los niños estadounidenses comen cada vez más fuera de casa y, según un estudio publicado hoy en Filadelfia, en el estado de Pennsylvania, ingieren más calorías en comida rápida que en los comedores escolares.
La investigación del equipo dirigido por Barry Popkin de la universiddd de Carolina del Norte en Chapel Hill se publicará en la edición de agosto del «Journal of the American Dietetic Association».
Los niños estadounidenses ingerían en 2006 una media de 179 kilocalorías al día más que entre 1977 y 1978. En lugar de las 1.800 recomendadas consumen unas 2.000 al día.
Y cada vez con más frecuencia, esas calorías no proceden del hogar de sus padres: si en 1977 el 77 por ciento de la comida consumida procedía de la familia, 30 años después ese porcentaje sólo es del 66 por ciento.
En el caso de los jóvenes, la cifra es del 63 por ciento, pero también la de los niños más pequeños se ha reducido al 71 por ciento, frente al 85 por ciento de hace tres décadas.
Hasta 2006, también ha bajado el porcentaje de esas calorías que procede de la comida escolar, del 9 al 8 por ciento. Las ingeridas en restaurantes están en torno al 5 por ciento, mientras la de cadenas de comidas rápidas, como McDonald's, aumentó del 10 al 13 por ciento.
Ello demuestra que cada vez más niños y jóvenes comen con la doble frecuencia en restaurantes y cadenas de comida rápida que en la escuela.
Popkin y sus compañeros volvieron a estudiar los resultados de cuatro investigaciones de los años 1977/78, 1989/91, 1994/98 y 2003/06, que recoge datos de casi 30.000 niños de entre dos y 18 años. Llama la atención que en las primeras dos investigaciones la ingestión de calorías se redujo, pero desde entonces subió de forma constante.
DPA