(EFE).- El presidente de EE.UU., Barack Obama, se mostró hoy “consternado” por la campaña de represión desplegada hoy por el régimen de Bachar Al Asad en Siria, y aseguró que el país será “un lugar mejor cuando avance una transición democrática”.
“A través de sus propias acciones, Bachar Al Asad está garantizando que él y su régimen quedarán en el pasado, y que el valiente pueblo sirio que se ha manifestado en las calles determinará su futuro”, dijo el mandatario en un comunicado difundido por la Casa Blanca.
El grupo opositor de los Comités Locales de Coordinación identificó a al menos 59 personas de las decenas que murieron hoy en ataques en las ciudades de Hama (centro), Deir el Zor (este) y Herak (sur), después de que Asad sacara de nuevo los tanques a la calle.
Obama calificó de “horripilantes” las informaciones que ha recibido desde Hama, y consideró que “demuestran el verdadero carácter del régimen sirio”.
Una vez más, el presidente Asad ha demostrado que es completamente incapaz y que se niega a responder a las quejas legítimas del pueblo sirio. Su uso de la tortura, la corrupción y el terror le colocan en el lado equivocado de la historia”, indicó.
El presidente se comprometió a “seguir aumentando la presión sobre el régimen sirio” en los próximos días, y a “trabajar con otros países del mundo para aislar al Gobierno de Asad y mantenerse del lado del pueblo sirio”.
La operación militar en Hama comenzó al amanecer, cuando el presidente sirio mandó sus tanques, que ya antes asediaban la ciudad, a las calles en medio de un fuerte tiroteo, que según testigos, fue “indiscriminado”.
Pese a que fue una de las últimas ciudades en levantarse, las manifestaciones contra Al Asad en Hama han sido las más multitudinarias de las celebradas hasta el momento, y contaron con el respaldo a comienzos de julio de los embajadores de Estados Unidos y Francia, que viajaron para apoyar “in situ” las protestas.
Según varios líderes opositores, la intención del régimen es impedir que las protestas se reproduzcan durante el mes de ramadán, en el que a diario se congregan miles de personas en las mezquitas.
Desde mediados de marzo pasado Siria es escenario de revueltas populares contra el régimen sirio, que se han cobrado las vidas de 1.583 civiles y de 369 soldados y personal de las fuerzas de seguridad, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.