(dpa) - El presidente de Bolivia, Evo Morales, calificó hoy de “acción política” el rebrote de protestas sociales que incluye una marcha de indígenas y cortes de ruta en los departamentos de Potosí y Tarija y en la ciudad de El Alto, en el departamento de La Paz.
“Los dirigentes envían cartas y no asisten al diálogo. Esa es una acción política”, dijo a los periodistas a su retorno de China en la ciudad boliviana de Cochabamba.
El gobierno de Evo Morales realizó intentos desesperados el fin de semana para neutralizar la protesta ciudadana, la mayor desde el segundo semestre de 2008, cuando se produjo una fuerte convulsión social en los departamentos de Santa Cruz, Tarija y Pando.
Unos 600 indígenas de los pueblos moxeño, yuracaré y chimán iniciaron en Trinidad, en el norte de Bolivia, una caminata de 601 kilómetros para llegar en unos 35 días hasta La Paz y exigir respeto a su territorio.
Los indígenas de tierras bajas y altas de Bolivia rechazan la construcción de una carretera de 306 kilómetros porque partirá en dos la reserva ecológica Tipnis (Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure) que está en los departamentos de Beni y Cochabamba, centro de Bolivia.
“Hay empresas petroleras interesadas en perforar en los límites de ese parque y el gobierno tiene prisa en explorar donde haya mayores posibilidades de encontrar hidrocarburos. La obra, según el trazado original, atravesará el lugar, uno de los pocos no devastados que todavía hay en el mundo”, precisó el analista Harold Olmos.
Brasil aprobó un crédito de 332 millones de dólares para la carretera que será construida por la empresa brasileña OAS. La obra costará 415 millones de dólares.
“Nos oponemos a que este proyecto destruya nuestro territorio y parta el territorio en dos. Detrás de esto viene la colonización, la destrucción de la biodiversidad y el cultivo de coca. A eso nos oponemos”, reiteró Fernando Vargas, que preside a las comunidades indígenas del Tipnis.
Un corte de rutas, por otra parte, paraliza Potosí y Tarija, en el sur de Bolivia. Los potosinos exigen construir un aeropuerto, una factoría de cemento y piden una solución al conflicto de límites con el departamento de Oruro. Además, exigen un diálogo con el presidente Morales.
Los campesinos de Tarija optaron por el corte de rutas, reclamando la aprobación de un reglamento para el pago de un bono para la producción agrícola.
El cuarto foco de conflicto está en El Alto, cuyos pobladores, a través de la influyente Federación de Juntas Vecinales, piden al gobierno que no sea postergado el censo nacional de población y vivienda hasta el próximo año.
El Alto, según sus dirigentes vecinales, requiere de más dinero para diferentes obras, aspecto que se definirá con el resultado del censo.
El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, sin embargo, aclaró que El Alto recibe ahora por año unos 1.800 millones de bolivianos (unos 250 millones de dólares).
El ministro de la Presidencia, Carlos Romero, invitó hoy a dirigentes cívicos de El Alto a una ronda de diálogo, mientras tanto los accesos a Perú, Chile y el resto de Bolivia están cortados.