El Estado colombiano pidió hoy perdón públicamente por el asesinato del congresista de la Unión Patriótica (UP) Manuel Cepeda en 1994, ejecutado por miembros de la Fuerza Pública y paramilitares.
En un acto sin precedentes en la historia del país y en cumplimiento de una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el ministro de Interior, Germán Vargas Lleras, fue el encargado de expresar el pedido de perdón en nombre del Estado.
Durante el acto solemne en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional, Vargas Lleras admitió que el homicidio contra Cepeda fue cometido por agentes estatales, miembros del Ejército, y en conjunto con miembros de grupos paramilitares.
A su vez, reconoció la vergüenza que le generan al país hechos como este y recordó la sentencia de la CIDH, en el sentido de que el crimen fue cometido en el contexto del exterminio masivo contra miembros de la UP.
Vargas Lleras también enfatizó que esta reivindicación exige al Estado la búsqueda de alternativas que permitan la reconciliación y el perdón y, sobre todas las cosas, el hallazgo definitivo de una paz duradera.
-Un Estado como el nuestro no debe ni puede permitir la repetición de hechos similares y, por tanto, este acto debe entenderse como una forma de evocar la memoria de Cepeda, señaló.
Agregó que esta es una forma de decirle a la sociedad que, quienes hoy hacen las veces de voceros del Estado, repudian cualquier acción violenta contra un ciudadano, y aún más, cuando ésta es cometida con participación o consentimiento de agentes estatales.
El titular de la cartera política aseguró que el Gobierno actual actúa bajo la convicción de que sólo sus acciones y decisiones serán legítimas en la medida que se respeten los derechos humanos y las libertades fundamentales.
"Hoy decimos: Nunca más. Ese es nuestro compromiso inquebrantable", subrayó.
Por su parte, el representante a la Cámara Iván Cepeda, hijo de la víctima, manifestó en la ceremonia que la petición oficial de perdón es un acto que renueva la esperanza en que Colombia podrá poner fin al prolongado conflicto armado interno.
-No es legítimo matar comunistas ni conservadores ni liberales. No es legítimo matar a nadie por sus convicciones políticas. Esa es la verdadera lección que debemos aprender como parte de un proceso de civilización política, añadió el hijo del político asesinado.
Cepeda en nombre de su familia y en su calidad de defensor de los derechos humanos y de representante a la Cámara, aceptó esa petición de perdón como signo de un tiempo nuevo en Colombia.
En mayo de 2010, por primera vez, la CIDH condenó al Estado colombiano por su responsabilidad en el crimen de uno de los principales líderes de la UP, y ordenó como medida que el Ejecutivo reconozca y pida perdón a los familiares por estigmatizar a ese movimiento político.
Igualmente exigió indemnizar a los familiares de la víctima, investigar a fondo los hechos y castigar a los responsables.
En su resolución, con fecha 26 de mayo, el tribunal sostuvo que Colombia violó los derechos a la vida, a la integridad personal, garantías judiciales, a la honra, dignidad, libertad de pensamiento y de expresión, libre asociación y derechos políticos de Cepeda.
(PL/VTV)