EE.UU. crea más de 100.000 trabajos sin bajar el desempleo
El Departamento de Trabajo sorprendió a los observadores del mundo económico con el dato, mejor de lo esperado incluso si se descuentan los 45.000 empleos correspondientes a los trabajadores de Verizon que regresaron de una huelga y que también fueron contabilizados
Los números suponen por lo menos un freno a la tendencia negativa que en agosto había llegado a su punto culminante con el anuncio de que no se habían creado empleos y que no hizo más que dar argumentos a quienes pensaban que el país iba directo a una recaída en la recesión.
El total de la ganancia corresponde al sector privado, que creó 137.000 empleos. De hecho, el gobierno federal cerró 34.000 empleos en septiembre, con gran número de despidos entre maestros y otros empleados de escuelas.
La mayoría de los trabajos fue creado en el sector de la construcción, servicios de asistencia temporal, comercio minorista y salud.
El sector de la manufactura registró su segundo mes consecutivo con pérdidas.
La oficina de trabajo además revisó las cifras de meses anteriores. En agosto había informado de que no se había creado empleo, lo que disparó los temores de la recesión, pero ahora rectificó e informó de una creación de 57.000 puestos.
También las cifras de julio fueron mejores de lo que se creía y los 85.000 empleos iniciales fueron establecidos en 127.000.
Cautela
Kurt Karl, economista jefe de la empresa del sector asegurador Swiss Re en Nueva York, dijo en declaraciones a la agencia Reuters que "es muy difícil decir qué implica el dato porque se se promedian los dos meses, todavía se tienen 50.000 empleos en cada uno, pero ciertamente es prometedor".
"Con suerte, será sostenible y continuará de manera que se pueda evitar la recesión. Si seguimos así, seguramente la evitaremos", agregó.
Pero es que, como apunta el corresponsal de Economía de la BBC Andrew Walker, los especialistas calculan que para hablar de entrada en la senda de la recuperación es necesaria una creación sostenida de más de 100.000 empleos a lo largo de varios meses.
Y si no hubiera sido por el dato del alto número de trabajadores que regresaba de la huelga, la cifra habría sido de 58.000.
La Casa Blanca recibió los datos con cautela, diciendo que pese a todo, los datos de desempleo continúan siendo altos.
"La tasa de desempleo permaneció igual en el 9,1%, un nivel que es inaceptablemente alto", dijo Katharine Abraham, miembro del equipo de asesores económicos de Obama.
"Claramente necesitamos acelerar el crecimiento económico y poner a los estadounidenses de vuelta al trabajo. El reporte refuerza el llamamiento del presidente al Congreso para que apruebe la ley de empleo".
De hecho, el desalentador panorama de los meses anteriores fue lo que llevó, en septiembre, al presidente Barack Obama a presentar un ambicioso paquete de estímulo basado en un recorte de impuestos por valor de US$450.000 y un plan de inversiones para crear puestos de trabajo.
El núcleo del plan de Obama pasaba por financiar la construcción de infraestructuras, escuelas y servicios, al tiempo que se ofrecen ventajas fiscales para las pequeñas empresas de cara a impulsar la contratación de nuevos empleados.
Sin embargo, con la mayoría republicana en el Congreso rechazando cualquier subida de impuestos, Obama todavía batalla para que su plan sea aprobado.
¿De vuelta a Estados Unidos?
Al dato mejor de lo esperado se une el optimismo despertado por un nuevo estudio en EE.UU. que apunta a que el aumento de los costos laborales en China podría llevar a una aceleración de la creación de empleo en el país.
Un informe de Boston Consulting Group calcula que la inflación salarial china podría resultar en la creación de hasta tres millones de puestos de trabajo en tierras estadounidenses.
Esto porque las empresas estadounidenes que llevaron parte de su producción a territorio del gigante asiático, estrategia con la que se ahorraban costos de producción debido a lo barato de la mano de obra, podrían decidir revertir esta tendencia y volver a instalar sus fábricas en EE.UU.
El informe estima que un 15% de los bienes que actualmente se fabrican en China y son exportados a EE.UU. podrían ser hechos directamente en tierras estadounidenses para el año 2020.
BBC