Esta vez la SIP se reúne en Lima para su 67ª Asamblea General, entre los días 14 y 18 del mes en curso. Interesante la temática propuesta, que recorre distintos aspectos. El uso de nuevas tecnologías como los valores agregados que venden las integradoras celulares asociadas para ofrecer espacios publicitarios. Las novedades en torno a la publicidad online, el impacto en la educación del periodismo y los modelos digitales de pago –los diferentes modelos de suscripción digital y la acogida del mercado-. Se trata de comprender cómo y por qué los editores tradicionales se han unido para poder competir con las nuevas plataformas publicitarias como Google o Facebook. Se revisarán los contenidos creados por los usuarios para impulsar la cobertura informativa de los periódicos, conocer mejor el mercado y generar nuevos ingresos.
Los temas relacionados con la libertad de expresión en el continente serán analizados a fondo, como es de rigor en las reuniones de la organización que vela por la vigencia y respeto a la libre opinión y circulación de la información a través de los medios impresos, radioeléctricos y digitales. Pero esta vez distintos grupos de trabajo reforzarán la misión y visión a través del abordaje de los más actuales desafíos. La relación entre periodistas, políticos y medios: cómo los cambios paradigmáticos que se están dando en el área de las tecnologías de comunicación e información conducen a que los roles “clásicos” desempeñados por políticos, medios y periodistas en una democracia se vean trastocados profundamente.
Otro gran debate es el que se plantea la prensa ante el avance de una nueva forma de autoritarismo populista, que pretende acabar con el sistema republicano de libertades y equilibrio de poderes, realidad ante la cual la prensa debe permanecer –pese a tristes deserciones que no faltan en el panorama- como el primer y último baluarte contra enemigos soberbios que no soportan que un “antipoder” que no se someta a sus designios.
Colateral con este reto está el ineludible escollo de las leyes antiprensa, que se han transformado en una nueva forma de aplicar censura. En abierto desconocimiento a la Declaración de Chapultepec y a la Declaración de Principios de la OEA, estas leyes se esparcen por el continente con impacto en Ecuador, Bolivia, Venezuela y Argentina. Un panel de reconocidos especialistas de distintos países se enfocará en el control directo e indirecto y las sanciones a que se exponen quienes se enfrentan a estas leyes.
En el marco de esta importante reunión de la SIP se elegirán nuevas autoridades y no faltará la premiación que, año tras año, reconoce la excelencia y coraje en el ejercicio del periodismo. Son distinciones a que se hacen acreedores quienes mejor y más persistentemente han luchado por mantener vivo el espíritu y la fe en una comunicación profesionalmente impecable y comprometida con la libertad y la democracia.
Otro gran debate es el que se plantea la prensa ante el avance de una nueva forma de autoritarismo populista, que pretende acabar con el sistema republicano de libertades y equilibrio de poderes, realidad ante la cual la prensa debe permanecer –pese a tristes deserciones que no faltan en el panorama- como el primer y último baluarte contra enemigos soberbios que no soportan que un “antipoder” que no se someta a sus designios.
Colateral con este reto está el ineludible escollo de las leyes antiprensa, que se han transformado en una nueva forma de aplicar censura. En abierto desconocimiento a la Declaración de Chapultepec y a la Declaración de Principios de la OEA, estas leyes se esparcen por el continente con impacto en Ecuador, Bolivia, Venezuela y Argentina. Un panel de reconocidos especialistas de distintos países se enfocará en el control directo e indirecto y las sanciones a que se exponen quienes se enfrentan a estas leyes.
En el marco de esta importante reunión de la SIP se elegirán nuevas autoridades y no faltará la premiación que, año tras año, reconoce la excelencia y coraje en el ejercicio del periodismo. Son distinciones a que se hacen acreedores quienes mejor y más persistentemente han luchado por mantener vivo el espíritu y la fe en una comunicación profesionalmente impecable y comprometida con la libertad y la democracia.
GLOBOVISION