La Policía noruega anunció que no pedirá que le sea prolongado el régimen de aislamiento al ultraderechista Anders Behring Breivik, autor confeso del doble atentado del pasado 22 de julio, en el que murieron 77 personas.
La Corte de Oslo debía celebrar este lunes una vista para prolongar por 4 semanas el aislamiento decretado el mes pasado para Breivik, quien seguirá en prisión preventiva en la cárcel de Ila, al oeste de Oslo, al menos hasta el 14 de noviembre.
Pero la Policía no cree necesario mantener el aislamiento, porque Breivik continuará bajo prohibición de recibir visitas y cartas o de tener contacto con los medios de comunicación, de ahí que su situación no vaya a cambiar demasiado en la práctica, informó hoy el fiscal policial Christian Hatlo.
Después de más de cien horas de interrogatorios, el último ayer, la Policía no ha encontrado pruebas que indiquen que Breivik contó con la ayuda de algún cómplice para perpetrar los atentados y da por hecho que fabricó él solo la bomba que hizo estallar en el complejo gubernamental de Oslo.
Por ello ha descartado también una visita con Breivik a su granja en Åsta, donde fabricó la bomba, similar a que la que se hizo hace dos meses a la isla de Utøya para reconstruir la matanza de 69 personas, la mayoría jóvenes de entre 14 y 19 años, que asistían al campamento de las Juventudes Laboristas.
La Policía noruega informó también de que pronto habrá acabado con los interrogatorios a los supervivientes de la masacre y que ya ha entrevistado a 467 de las 500 personas que se encontraban en la isla cuando llegó el fundamentalista cristiano, sin contar a las víctimas.
Las autoridades noruegas han enviado además 35 peticiones a veinte países y han efectuado dos decenas de interrogatorios relacionados con los viajes al extranjero del ultraderechista.
Breivik hizo estallar el 22 de julio un coche bomba en el complejo gubernamental de Oslo, donde murieron ocho personas, e inmediatamente después se trasladó a la isla de Utøya, donde disparó de forma indiscriminada matando a otras 69 personas.
EFE
La Corte de Oslo debía celebrar este lunes una vista para prolongar por 4 semanas el aislamiento decretado el mes pasado para Breivik, quien seguirá en prisión preventiva en la cárcel de Ila, al oeste de Oslo, al menos hasta el 14 de noviembre.
Pero la Policía no cree necesario mantener el aislamiento, porque Breivik continuará bajo prohibición de recibir visitas y cartas o de tener contacto con los medios de comunicación, de ahí que su situación no vaya a cambiar demasiado en la práctica, informó hoy el fiscal policial Christian Hatlo.
Después de más de cien horas de interrogatorios, el último ayer, la Policía no ha encontrado pruebas que indiquen que Breivik contó con la ayuda de algún cómplice para perpetrar los atentados y da por hecho que fabricó él solo la bomba que hizo estallar en el complejo gubernamental de Oslo.
Por ello ha descartado también una visita con Breivik a su granja en Åsta, donde fabricó la bomba, similar a que la que se hizo hace dos meses a la isla de Utøya para reconstruir la matanza de 69 personas, la mayoría jóvenes de entre 14 y 19 años, que asistían al campamento de las Juventudes Laboristas.
La Policía noruega informó también de que pronto habrá acabado con los interrogatorios a los supervivientes de la masacre y que ya ha entrevistado a 467 de las 500 personas que se encontraban en la isla cuando llegó el fundamentalista cristiano, sin contar a las víctimas.
Las autoridades noruegas han enviado además 35 peticiones a veinte países y han efectuado dos decenas de interrogatorios relacionados con los viajes al extranjero del ultraderechista.
Breivik hizo estallar el 22 de julio un coche bomba en el complejo gubernamental de Oslo, donde murieron ocho personas, e inmediatamente después se trasladó a la isla de Utøya, donde disparó de forma indiscriminada matando a otras 69 personas.
EFE