Las mujeres, acompañadas del sacerdote católico estadounidense Roy Burgesois, pretendían entregar en el Vaticano, según dijeron, 15.000 firmas de apoyo al sacerdocio femenino, pero agentes de la seguridad vaticana le impidieron el acceso al recinto.
Las mujeres llevaban varias pancartas en las que se decía que Dios llama también a las féminas al sacerdocio y dos de ellas vestían el hábito talar de los sacerdotes, así como sendas estolas verdes.
Según contaron a los medios de comunicación, los gendarmes vaticanos les impidieron entrar en la plaza, con la amenaza de detenerlas, y las “devolvieron” a la Vía della Conciliazione, la calle que Roma con el pequeño estado.
La Iglesia Católica rechaza la ordenación de mujeres sacerdotes, ni en el diaconato, el escalón que precede al sacerdocio.