La madre de una bebé en estado vegetativo irreversible desde su nacimiento pidió a la presidenta argentina, Cristina Fernández, la "urgente" aplicación de una ley de "muerte digna", como se llama en este país a la eutanasia.
Silvia Herbón sostuvo que su bebé, Camila, es víctima de una "clara obstinación terapéutica" y reclama la "ayuda" y "comprensión" de la mandataria, entre otros puntos de la carta, publicada hoy por el diario bonaerense Clarín.
"Hace dos años y cinco meses que este dolor nos acompaña; debo ver a mi hija de a ratos, con su cuerpo lacerado por sondas y cánulas, por quemaduras, por el insistente accionar de la tecnología utilizada en medicina, en una demostración clara de obstinación terapéutica de la cual es víctima mi bebé", subrayó.
En su petición apeló a la clemencia de Fernández en razón de que la mandataria ha conocido el "sufrimiento" de "pérdidas irreparables", en referencia al fallecimiento de Néstor Kirchner, su esposo y antecesor en la jefatura del Estado.
Herbón recordó que tres comités de bioética han desahuciado a Camila, pero los médicos se niegan a desconectar los aparatos que la mantienen viva por temor a una reclamación judicial.
El caso de Camila, que tomó estado público en agosto pasado, ha reabierto el debate parlamentario de la eutanasia en vista de que se considera incompleta a una ley sobre los derechos del paciente en su relación con el sistema sanitario promulgada en 2009 pero que no rige por falta de la reglamentación que debe hacer el Ejecutivo.
En el Parlamento hay proyectos de diferentes fuerzas políticas para regular la "muerte digna" por medio de la modificación de la ley de 2009, pero el debate marcha en forma lenta.
"Es nuestro deseo que esta ley sea reglamentada en forma urgente: no queremos pensar en otra Navidad para mi familia viendo cómo se deteriora el estado general de Camila por la existencia de un vacío legal", apuntó Herbón en su carta a la mandataria.
Aseguró que el cardenal primado de Argentina, Jorge Bergoglio, "ha expresado su conformidad" y "acompañado" la petición de "limitar el esfuerzo terapéutico, inútil en este caso", si bien la Iglesia no ha hecho ningún comentario sobre el asunto.
EFESilvia Herbón sostuvo que su bebé, Camila, es víctima de una "clara obstinación terapéutica" y reclama la "ayuda" y "comprensión" de la mandataria, entre otros puntos de la carta, publicada hoy por el diario bonaerense Clarín.
"Hace dos años y cinco meses que este dolor nos acompaña; debo ver a mi hija de a ratos, con su cuerpo lacerado por sondas y cánulas, por quemaduras, por el insistente accionar de la tecnología utilizada en medicina, en una demostración clara de obstinación terapéutica de la cual es víctima mi bebé", subrayó.
En su petición apeló a la clemencia de Fernández en razón de que la mandataria ha conocido el "sufrimiento" de "pérdidas irreparables", en referencia al fallecimiento de Néstor Kirchner, su esposo y antecesor en la jefatura del Estado.
Herbón recordó que tres comités de bioética han desahuciado a Camila, pero los médicos se niegan a desconectar los aparatos que la mantienen viva por temor a una reclamación judicial.
El caso de Camila, que tomó estado público en agosto pasado, ha reabierto el debate parlamentario de la eutanasia en vista de que se considera incompleta a una ley sobre los derechos del paciente en su relación con el sistema sanitario promulgada en 2009 pero que no rige por falta de la reglamentación que debe hacer el Ejecutivo.
En el Parlamento hay proyectos de diferentes fuerzas políticas para regular la "muerte digna" por medio de la modificación de la ley de 2009, pero el debate marcha en forma lenta.
"Es nuestro deseo que esta ley sea reglamentada en forma urgente: no queremos pensar en otra Navidad para mi familia viendo cómo se deteriora el estado general de Camila por la existencia de un vacío legal", apuntó Herbón en su carta a la mandataria.
Aseguró que el cardenal primado de Argentina, Jorge Bergoglio, "ha expresado su conformidad" y "acompañado" la petición de "limitar el esfuerzo terapéutico, inútil en este caso", si bien la Iglesia no ha hecho ningún comentario sobre el asunto.
