El presidente del fondo de rescate europeo, el alemán Klaus Regling, se entrevistó hoy con las autoridades chinas para aumentar el apoyo de la segunda potencia a la crisis de la zona euro, aunque destacó que no espera un pacto inmediato
"China tiene que invertir cada mes debido a su superávit. Y en mis conversaciones con las autoridades chinas, han demostrado que están interesados en oportunidades de inversión atractivas, sólidas y seguras", señaló en rueda de prensa Klaus Regling, presidente del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).
China cuenta con la mayor reserva de divisas del mundo, valorada en unos 3,2 billones de dólares (2,3 billones de euros), y en los últimos meses ha invertido una porción no desvelada de la misma en la compra de bonos de deuda pública de países europeos en crisis, como Grecia, Portugal, España o Hungría.
Regling dijo ser "optimista" y expresó su "alegría" porque China tenga en cuenta el fondo temporal de rescate de la Eurozona, pero subrayó en repetidas ocasiones que "es demasiado pronto para decir qué cantidad tienen previsto adquirir".
En este sentido, el director del fondo declinó confirmar cifras publicadas por el diario "Financial Times", indicando que Pekín estaría dispuesto a aportar hasta 100.000 millones de dólares.
Regling hizo estas declaraciones tras reunirse con altos cargos del Ministerio de Finanzas y del banco central chino, en una visita "ordinaria" destinada a escuchar a los inversores "para saber cómo debemos estructurar el fondo, para que el dinero entre".
Regling tiene previsto visitar otros países no especificados en las próximas dos semanas para valorar "el sentimiento inversor".
"De momento, lo único que estamos pidiendo a nuestros inversores es que compren nuestros bonos, no hemos hablado de otros aspectos", explicó Regling a la pregunta de si Bruselas tendrá que hacer concesiones ante el régimen de Pekín para lograr su inversión.
En las últimas semanas, el primer ministro chino, Wen Jiabao, dejó claro que la ampliación del apoyo chino a Europa para salir de la crisis de deuda soberana pasa por que Bruselas reconozca a Pekín como una "economía de mercado", lo que reduciría los conflictos de competencia desleal con el gigante asiático.
"No estoy aquí para discutir ninguna concesión", aclaró al respecto el alemán, quien subrayó que esa negociación no forma parte de sus funciones.
Regling explicó que China es un "buen y leal" comprador de los FEEF, y aunque declinó precisar cuantías, los analistas estiman que un cuarto de la reserva china está compuesta por bienes en euros.
Según el funcionario, un 40 por ciento de los FEEF está en manos de compradores asiáticos, y el restante 60 por ciento de "inversores no asiáticos", cuya identidad también declinó desvelar.
Los líderes europeos acordaron el miércoles reducir la deuda griega y expandir sus herramientas de rescate con un aumento de capital del FEEF desde 400.000 millones de euros hasta 1 billón.
Dicha expansión puede ser financiada en parte por potencias emergentes como China y el resto de BRICS (Brasil, Rusia, la India y Sudáfrica), que exigen que la inversión se lleve a cabo a través del su participación en el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Ahora tenemos nuevos instrumentos que estamos diseñando y vamos a ver quién participa en ellos. No puedo decir de qué tipo de cantidades estamos hablando, es una pregunta que no puedo contestar hoy", insistió el alemán.
Regling insistió ante China que el acuerdo de rescate de Grecia es "un caso excepcional" y descartó la posibilidad de que se aplique a otras naciones europeas endeudadas.
En cuanto a España, el presidente del FEEF recalcó que su situación era mejor de lo que pensaban al principio, y la prueba es que Grecia, Irlanda y Portugal han necesitado ayuda y España no.
"Esto es porque han tomado muchas medidas de ajuste valientes" en el mercado, las pensiones o la consolidación fiscal".
En lo negativo, el estallido de la burbuja inmobiliaria ha provocado que el crecimiento español sea "muy, muy bajo, con un desempleo de en torno al 20 por ciento, unos efectos secundarios desafortunados, y por eso los mercados son reticentes a invertir en bonos españoles", concluyó Regling
GLOBOVISION