(AFP) - El número dos del Vaticano, el secretario de Estado cardenal Tarcisio Bertone, instó este jueves a los católicos a orar “por la pacificación y la democracia en Libia”, tras la noticia de la muerte del depuesto líder libio Muamar Gadafi.
“Debemos orar para que se trabaje por la pacificación y la democracia. Debemos trabajar a favor del pueblo libio y por la reconstrucción de ese país”, declaró Bertone al margen de una ceremonia religiosa en un hospital de Roma.
El coronel Muamar Gadafi murió este jueves en la batalla de Sirte, último reducto de sus fuerzas, según anunciaron las nuevas autoridades libias, que proclamaron la “liberación” total del país norafricano tras ocho meses de sangrientos enfrentamientos.
El diario del Vaticano abrió su edición de este jueves, que circula en las horas de la tarde, con la noticia de la muerte del líder libio con el título “El final de Gadafi” y advierte sobre los riesgos de una “batalla política interna” en Libia.
“Con el desarrollo de la situación militar resulta cada más necesaria una salida política al enfrentamiento en curso dentro del Consejo Nacional de Transición (CNT), marcado por las divergencias”, subrayó el rotativo.
“Las reglas no han sido fijadas, Libia puede caer en el caos”, sostiene en el editorial.
Por su parte monseñor Tommaso Caputo, nuncio apostólico en Malta y Libia, deseó un “futuro de paz y desarrollo social al pueblo libio, que ha padecido tantos sufrimientos”, aseguró en declaraciones a la agencia de noticias católica MISNA.
El Vaticano designó en octubre pasado a Caputo para que estableciera contactos “con las nuevas autoridades” de Libia.
Debido a la presencia de pocos católicos en ese país, el Vaticano no contaba con un representante diplomático en Libia.
La mayor autoridad religiosa católica era el vicario apostólico, monseñor Giovanni Martinelli, residente desde más de 40 años en ese país, quien condenó desde el inicio los ataques de la OTAN debido al elevado número de víctimas civiles que han causado.
El Vaticano desaprobó las operaciones armadas en Libia e invitó a las partes a negociar sin éxito.