La muerte de ocho personas en un accidente de tráfico sacudió Argentina y elevó a 18 el número de víctimas, 11 de ellas menores, en tres siniestros registrados en menos de 48 horas en las carreteras del país.
El último de los accidentes ocurrió en la ciudad de San Nicolás, en el extremo noreste de la provincia de Buenos Aires, cuando dos camiones chocaron frontalmente, con un saldo de dos muertos y un herido.
En la madrugada del viernes, ocho personas, entre ellas cinco niños de entre 10 y 12 años, perdieron la vida en la carretera que une a las ciudades bonaerenses de Chacabuco y Carmen de Areco cuando un camión embistió a una camioneta que trasladaba a los menores y a algunos adultos que les acompañaban.
Los chicos, miembros de una escuela de fútbol, regresaban a la localidad de Banderaló, a casi 500 kilómetros de Buenos Aires, tras someterse a una prueba en el Racing Club.
Al parecer, el camión se desestabilizó y provocó que su pesado acoplado aplastara a la camioneta, según fuentes policiales.
La tragedia dejó un resultado de 13 heridos, siete de ellos -cuatro menores y tres adultos- en estado crítico, de acuerdo con el ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires.
Este grave accidente sucedió a otro ocurrido este miércoles en la provincia de San Luis, en el centro de Argentina, cuando un tren de carga arrolló a un autobús que trasladaba a un retiro espiritual a 40 niños, con un saldo de ocho muertos, seis de ellos menores, y decenas de heridos.
El ministro argentino de Salud, Juan Manzur, admitió hoy que estas últimas horas han sido "de enorme dolor" para el país y llamó a "redoblar los esfuerzos" en la toma de conciencia de las consecuencias de violar las leyes de seguridad vial.
El ministro de Interior, Florencio Randazzo, por su parte, atribuyó las tragedias a la "imprudencia de quienes deben respetar la ley y no lo hacen", al aludir a la alta velocidad a la que viajaban tanto el camión como la camioneta siniestrados esta madrugada.
"Tenemos que hacer un cambio cultural. La seguridad vial la hacemos entre todos. El Estado no puede poner un inspector o un policía al lado de cada conductor", sostuvo.
Pese a que en los últimos años se han redoblado los controles de tránsito y aumentó el monto de las multas por infracciones, Argentina mantiene una de las mayores tasas de mortalidad y siniestralidad vial del mundo.
Según la organización Luchemos por la Vida, 7.659 personas murieron en accidentes de tráfico en Argentina en 2010, lo que supone un promedio de 21 por día.
El Centro Experimental de Seguridad Vial (Cesvi) de Argentina estimó que en el primer semestre de este año el promedio de víctimas mortales fue de 26 personas por día.
EFE
