(EFE).- La próspera Argentina de hoy carece de registros oficiales sobre el número de personas que quedaron sin cobrar los fondos retenidos hace una década por el llamado “corralito” financiero, el preámbulo de la peor crisis económica de este país suramericano.
“Muy pocos no han cobrado nada, pero la gran mayoría perdió mucha plata”, aseguró hoy a Efe Juan Seliman, antiguo directivo de la disuelta agrupación Ahorristas Bancarios Argentinos Estafados.
“Sólo los bancos saben bien cuántas causas judiciales siguen en pie”, luego de que el sábado 1 de diciembre de 2001 se anunciaran restricciones a la retirada de fondos bancarios que entraron en vigor el lunes siguiente, apuntó.
Para frenar una crisis bancaria en ciernes, el por entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, limitó la cantidad a retirar de las cuentas a 250 pesos (igual a dólares) en efectivo por semana, restricción que un mes después desembocó en la retención del grueso de los fondos depositados en el sistema financiero.
Se calcula que estas restricciones afectaron depósitos bancarios por valor de al menos 46.000 millones de dólares y dieron lugar a demandas judiciales de decenas de miles de ahorradores que pusieron a los tribunales al borde del colapso.
“La mayoría de los afectados eran pequeños ahorradores, muchos de ellos jubilados, que tuvieron que conformarse con recuperar su dinero a razón de 1,4 pesos por dólar, como se les ofreció cuando el billete estadounidense se cotizaba entre tres y cuatro pesos”, apuntó Seliman.
Seliman fue uno de los fundadores de la asociación de víctimas del “corralito” junto con el senador Nito Artaza, quien no logró que prosperara un proyecto de ley para obligar a los bancos a devolver “sin intereses” los dólares de aquellos ahorradores que aún lidian en los tribunales.
Artaza, un popular actor cómico, se volcó a la política luego de organizar a ahorradores indignados como él, a quien le habían incautado 160.000 dólares, de los que recuperó la mitad en 2002 y el resto en 2008.
En 2006, la cardiológica Fundación Favaloro difundió un informe según el cual unas 20.000 personas habían muerto hasta entonces a causa de enfermedades del corazón provocadas por el “corralito”, recordó Seliman.
La entrada en vigor del “corralito” fue el preámbulo de un estallido social que se saldó con la renuncia del Gobierno de Fernando De la Rúa (1999-2001) el 20 de diciembre y en el cese de pagos de deudas públicas por unos 102.000 millones de dólares, el mayor de la historia financiera.
Argentina acumula hoy ocho años de crecimiento económico a tasas del orden del 8 por ciento anual en promedio.