Ordenadores controlados por la mente, Internet en tres dimensiones,
bomberos-robot que socorren en incendios y reconocimiento facial en las tiendas
para vender más y mejor. Si preguntásemos por el futuro a los más de 2.000
investigadores de Intel Labs, estas serían sus apuestas.
La investigación de Intel, junto a la de Microsoft o IBM, es de las pocas que
aún funciona a la vieja usanza, a lo grande. 4.700 millones de euros de
presupuesto anual, una legión de científicos esparcidos por el mundo y un
veterano al mando: "Soy al que le pagan por adivinar qué vendrá en cinco años",
dice con un deje escéptico Justin Rattner, jefe de Intel Labs.
Al gigante de los microprocesadores le urge adivinarlo más que nunca. En la
era de la movilidad, el ordenador corre peligro. En Estados Unidos las ventas
siguen sin levantar cabeza y en Europa volvieron a caer un 3% en el tercer
trimestre, según la consultora IDC. El bolsillo, castigado, no da para todo:
teléfonos inteligentes, tabletas, consolas, portátiles... ¿Dejará el PC de ser
el rey?
Rattner desmonta "exageraciones" encantado. "El portátil nació hace 15 años y
ahí sigue, ¡ni siquiera ha matado al PC de sobremesa!", señala. "Nos empeñamos
en hablar de giros dramáticos que no existen. Estamos viviendo una evolución de
la plataforma, un progreso continuo. Quienes saben adaptarse a los cambios,
sobreviven, y los que no, desaparecen. Ahora nosotros, y otras compañías como
Google o Microsoft, tenemos que evolucionar el PC. Si no lo hacemos morirá".
Salpica sus respuestas aquí y allá con el nombre de Google, síntoma de que
los tiempos han cambiado. Ambas compañías cerraron en septiembre un acuerdo para
llevar los chips de Intel a los teléfonos Android. Si wintel
(Window-Intel) fue la pareja ganadora en los ordenadores en la década pasada, en
la siguiente algunos apuestan por Android e Intel (¿Indroid?) en los móviles y
tabletas. "El primer Android con nuestro procesador saldrá al mercado antes de
junio de 2012. Nos ha llevado un tiempo madurar la relación con Google pero
después de trabajar con ellos en Google TV y en los Chromebooks, era el
siguiente paso", explica Rattner.
Intel intentará colarse en móviles y tabletas, por si acaso, pero su apuesta
sigue siendo el ordenador personal (PC). Portátiles ultrafinos, elegantes y con
procesadores de bajo consumo que alargarán la batería varios días. "Creo que el
ultrabook hará a la gente pensar sobre el verdadero sentido de las
tabletas y su uso. Solo hay una compañía que las esté vendiendo con cierto
volumen, Apple. Aún está por demostrar que haya mercado para estos equipos".
Rattner describe un futuro mixto, lleno de múltiples aparatos, en el que el
portátil seguirá teniendo un hueco para entretenerse y crear a la vez. La
evolución no la veremos tanto en el diseño, como en el software.
"Interactuaremos con estos equipos con la voz, con los gestos, con sonidos, y
ellos nos identificarán y ofrecerán contenido personalizado. Por ejemplo: los
músculos de la mano tiemblan de forma diferente en cada uno al coger un objeto.
Hemos creado un mando a distancia que reconoce a las personas por estas
vibraciones y selecciona al instante en la televisión sus canales y contenido
favorito", señala. "Veremos mucha innovación en este terreno".
La Internet de las cosas, la conexión a la Red de cualquier aparato, ya está
en marcha, pero Rattner coincide con otros científicos en vaticinar la Internet
del cuerpo humano. "En Seattle desarrollamos un chip subcutáneo para
controlar ordenadores con el pensamiento. Ahora se están incrustando en la ropa
y en los aparatos. En 10 años los tendremos debajo de la piel".
EL PAIS