La oposición rusa se prepara para inéditas
manifestaciones en Moscú y en provincia previstas el sábado, en las que deberían
participar decenas de miles de personas para cuestionar la victoria del partido
de Vladimir Putin en las legislativas del 4 de diciembre.
Solidarnost, uno de los movimientos de oposición que llama a la contestación
a través de las redes sociales, indicó haber recibido la autorización de la
municipalidad de Moscú para organizar en la Plaza de los Pantanos, en el centro
de la ciudad, una manifestación con un número de participantes de hasta
30.000.
Los organizadores deseaban inicialmente que el mitin se desarrollará en la
Plaza de la Revolución, a dos pasos del Kremlin, pero las autoridades
autorizaron allí una manifestación de sólo 300 personas.
El viernes a mediodía, más de 33.000 personas habían anunciado su intención
de participar en este mitin en Moscú desde las 10H00 a las 14H00 GMT, según la
página Facebook consagrada a la "manifestación por elecciones honestas".
También se había previsto manifestaciones en varias otras ciudades, en San
Petersburgo, en el Ural y en Siberia, para reclamar la anulación de estos
comicios, marcados según la oposición y ONG por fraudes masivos.
Esta movilización no tiene precedentes desde la llegada al poder de Vladimir
Putin en 2000.
El ministro ruso del Interior, Rachid Nurgaliev, advirtió el viernes que la
policía pondría fin a "toda tentativa de organizar una manifestación no
autorizada".
El jueves, el primer ministro Vladimir Putin había advertido a la oposición
contra todo desborde, que será reprimido "por todos los medios legítimos".
Algunos dirigentes de la oposición habían prevista reunirse en Moscú en la
Plaza de la Revolución y desfilar hasta la Plaza de los Pantanos, lo que no fue
autorizado por la municipalidad.
Desde hace una semana, miles de rusos manifiestan para cuestionar los
resultados de las legislativas. Unas 1.600 personas fueron detenidas por la
policía en Moscú y San Petersburgo durante estas manifestaciones no
autorizadas.
La misión de observadores de la Organización para la seguridad y la
cooperación en Europa (OSCE) había declarado en Moscú haber notado
irregularidades "frecuentes" y "serias indicaciones de que las urnas fueron
llenadas con cédulas de voto no emitidas al término de la votación.
Una ONG rusa, Golos, denunció antes y durante la votación una multitud de
fraudes y presiones.
Otra ONG, "El Observador ciudadano", afirmó en su portal internet (nabludatel.org) que el resultado real del partido en el poder,
Rusia unida, es inferior a 30% de los sufragios, es decir 20 puntos menos que
los resultados (49,5%) anunciados por la comisión electoral.
Estas elecciones y la represión de las manifestaciones consecutivas
provocaron críticas de parte de Estados Unidos, de la UE, de Francia y de
Alemania, entre otros.
El jueves, Putin criticó a Estados Unidos de haber fomentado la contestación,
un escenario de "caos" según dijo. Acusaciones rechazadas el mismo día por
Washington, que rechazó haber enviado "señales" a la oposición rusa, como lo
afirmó Putin.
Según el cotidiano ruso Kommersant del viernes, las manifestaciones en Rusa
podrían llevar el país a la catástrofe.
"Los expertos temen que los dirigentes rusos no comprendan el alcance de los
cambios que se han producido en la sociedad y no excluyeron que esto provoque
una catástrofe tanto para el poder como para la sociedad.
AFP