Los humanos primitivos de Sudáfrica ya fabricaban colchones a base de
hierba y plantas medicinales hace 77.000 años, 50.000 años antes de lo
que se creía, según un estudio realizado por un equipo internacional de
científicos difundido hoy jueves.
Los restos de lecho vegetal fueron descubiertos en las excavaciones del
refugio de piedra de Sibudu, en la provincia de KwaZulu-Natal, por el equipo que
dirige el profesor Lyn Wadley, de la Universidad de Witwatersrand
(Johannesburgo).
Según los investigadores, son aproximadamente 50.000 años más antiguos que
otros ejemplos conocidos, por lo que coinciden con otros comportamientos que
introdujo el hombre moderno en su vida cotidiana, como el uso de cuentas de
concha y tecnología de piedra.
Los expertos destacan que modificar el espacio vital del hábitat, incluyendo
el entorno del dormitorio, es un aspecto importante del comportamiento y la
cultura humana por lo que estos hallazgos aportan información "fascinante" sobre
los primeros humanos modernos en el sur de África.
"Colchones" también eran repelentes de insectos
El profesor Wadley y su equipo encontraron en 1998 durante las excavaciones
en el yacimiento una veta con al menos 15 capas diferentes que contenían restos
de lechos vegetales.
Los científicos confirmaron que se trataba de bandas compactadas de hierba y
otro tipo de plantas que podrían haber utilizado los pobladores para protegerse
de los mosquitos y otros insectos.
Varios de los restos de plantas fosilizados que encontraron fueron
identificados como pertenecientes a la "Cryptocarya", de la familia de los
laureles, que suelen ser utilizadas en la medicina tradicional.
En concreto, la botánica Marion Bamford, de la Universidad de Witwatersrand y
miembro del equipo, identificó restos de la "Cryptocarya woodii", cuyas hojas
trituradas emiten rastros de químicos que tienen propiedades repelentes a los
insectos.
"La selección de esas hojas para la fabricación del colchón apunta a que los
primeros habitantes de Sibudu tuvieron un conocimiento cercano de las plantas
que rodeaban su refugio y su uso medicinal", apunta Wadley.
Los investigadores creen que los pobladores del refugio recolectaron las
semillas y plantas alrededor del río Thongathi y usaban el lecho de plantas no
sólo para dormir sino también para trabajar sobre él.
La secuencia estudiada, de tres metros de grosor, abarca un periodo de entre
77.000 y 38.000 años, lo que indica que los humanos estaban constantemente
fabricando esos "colchones" vegetales.
Análisis con el microscopio revelaron además que en torno a 73.000 años atrás
comenzaron a quemar las camas periódicamente, "probablemente como una forma de
deshacerse de plagas", apunta otro de los investigadores Christopher Miller,
profesor de geoarqueología de la Universidad de Tübingen (Alemania).
Ello es algo que, según explicó, podrían hacer para preparar el sitio para
nuevos ocupantes y que representa un nuevo concepto en el uso del fuego para el
mantenimiento y la ocupación de un lugar.
El estudio será publicado en el número del 9 de diciembre de la revista
Science.
EFE