Un compuesto del té verde, el flavonoide epigalocatequina-3-galato (EGCG),
parece evitar que el virus de la hepatitis
C entre en las células del hígado, según un estudio realizado por la
Hannover Medical School (Alemania). El hallazgo, que se publica en Hepatology,
sugieren que EGCG podría ofrecer una estrategia para prevenir la posible
reinfección por este virus tras un trasplante hepático.
El virus de la hepatitis C puede provocar hepatitis crónica, cirrosis y
carcinoma hepatocelular o cáncer de hígado primario. Se trata de una de las
causas más comunes de enfermedad hepática crónica y una indicación primaria para
el trasplante hepático. Afecta a 170 millones de personas en el
mundo, según la Organización Mundial
de la Salud (OMS). Estudios anteriores han señalado que cerca del 2 por
ciento de la población mundial tiene hepatitis C crónica y hasta el 20 por
ciento de la población de algunos países. Aunque el tratamiento estándar con
interferón y ribavirina y los últimos inhibidores de la proteasa puede reducir
la infección en algunos individuos, un sustancial número de pacientes todavía no
responde a estas terapias.
Más fármacos
En pacientes que han recibido un trasplante de hígado debido a complicaciones
derivadas de la hepatitis C, la reinfección del virus del donante sano sigue
siendo una preocupación significativa. Se necesitan con urgencia estrategias
antivirales dirigidas contra el virus de la hepatitis C en sus etapas tempranas
para prevenir la reaparición de la infección y mejorar a largo plazo la salud de
los pacientes.
Para enfrentar este problema clave, Sandra Ciesek y Eike Steinmann, de la
Hannover Medical School, han investigado el efecto de la molécula EGCG, un
componente del té verde, en la prevención del ataque del virus de la hepatitis C
contra las células hepáticas. Según Ciesek, «catequinas del té verde como EGCG y
sus derivados epigalocatequina (EGC), epicatequina galato (ECG) y epicatequina
(EC), han demostrado que presentan propiedades antivirales y antioncogénicas.
Nuestro estudio ha explorado el potencial efecto de estos flavonoides en la
prevención de la reinfección por hepatitis C tras un trasplante de hígado»,
asevera.
Los resultados muestran que, a diferencia de sus derivados, EGCG
inhibe la entrada del virus de la hepatitis C en las células hepáticas.
Los autores sugieren que EGCG impiden la entrada del virus a la célula actuando
sobre las células de anfitrión , ya que el estudio no visto que las catequinas
del té verde alteren la densidad de las partículas del virus. El tratamiento
previo de las células con EGCG antes de la inoculación del virus de la hepatitis
C no reduce la infección. Sin embargo, su aplicación durante la inoculación
inhibe la rápida expansión de este virus. Al final, los investigadores
demostraron que EGCG inhibe el ataque viral, el paso inicial en el proceso de
infección del virus de la hepatitis C.
Según Ciesek, «el antioxidante del té verde EGCG inhibe la entrada del
virus de la hepatitis C a las células, bloqueando el acoplamiento viral y puede
ofrecer una nueva aproximación para prevenir la infección por hepatitis C, sobre
todo la reinfección que puede darse tras un trasplante de hígado».
ABC