El empleo de una terapia con corticosteroides antes del nacimiento en madres
de recién nacidos prematuros (entre las semanas 23 y 25 de gestación) parece
estar asociada con una menor tasa de mortalidad infantil y trastornos del
neurodesarrollo a los 18 a 22 meses de edad, según un estudio publicado en JAMA.
«Las directrices actuales, publicadas inicialmente en 1995, recomiendan
el empleo de corticosteroides prenatales para las madres con riesgo de parto
prematuro entre las 24 y 34 semanas de gestación, pero no antes de las 24
semanas debido a la falta de datos. Sin embargo, muchos bebés nacidos antes de
esta fecha necesitan cuidados intensivos», señalan los autores del
artículo.
El equipo de Waldemar A. Carlo, MD, de la Universidad de Alabama (EE.UU.), ha
llevado a cabo un estudio para determinar si la exposición prenatal de
corticoides en recién nacidos muy prematuros se asocia con una mejoría en los
resultados que incluyen muerte o discapacidad del desarrollo neurológico
infantil de 18 a 22 meses.
El estudio incluyó datos de recién nacidos con un peso al nacer entre 401
gramos y 1.000 gramos nacidos entre la 22 y 25 semana de gestación. De estos
niños, 7.808 (74,1%) eran hijos de madres que recibieron corticosteroides antes
del parto. De los 5.691 niños nacidos entre 1993 y 2008 que sobrevivieron hasta
18 a 22 meses, a 4.924 (86,5%) se evaluó el desarrollo neurológico.
Menos frecuente
Los investigadores encontraron que la muerte o la presencia de trastornos del
neurodesarrollo era menos frecuente en los recién nacidos que habían sido
expuestos a corticosteroides prenatales y habían nacido entre la semana 23 de
gestación (83,4% frente al 90,5%, sin exposición), a las 24 semanas de gestación
(68,4% frente a 80,3% ), y a las 25 semanas de gestación (52,7% con la
exposición a los corticosteroides prenatales versus 67,9% sin exposición), pero
no en los nacidos a las 22 semanas de gestación (90,2% frente al 93,1%).
Si las madres hubieran recibido corticosteroides antes del parto, los
siguientes eventos habrían sido significativamente menores en los bebés nacidos
a las 23, 24 y 25 semanas de gestación: muerte de 18 a 22 meses; muerte en el
hospital, muerte en general, hemorragia intraventricular o leucomalacia
periventricular (un tipo de la lesión cerebral), y muerte o enterocolitis
necrotizante (una condición en la cual se destruye parte del tejido de los
intestinos). Para los lactantes nacidos a 22 semanas de gestación, el único
resultado que fue significativamente menor era la muerte o la enterocolitis
necrotizante.
Sin embargo, los autores advierten que «a pesar de que la
supervivencia se duplicaba con la administración de corticoides prenatales en
toda la cohorte, ésta seguía siendo relativamente baja (36%)».
ABC