El manual explica que este es
un grupo de “activistas políticos, disidentes, e incluso espectadores
sin afiliación, atrapados en situaciones de inestabilidad social”,
dispuestos a enfrentarse contra “la oposición ruda y aún violenta de las
autoridades y fuerzas de seguridad”.
“Esta guía está diseñada
para introducir al lector a la mentalidad requerida, para mantenerse seguro
durante disturbios y protestas, tanto en línea como en el mundo físico.
Además, intenta ayudar a establecer una comunicación continua en momentos en que
la Internet y las líneas telefónicas sean restringidas”, explica el
documento.
“Un error de protección en la Internet puede llevar a la
identificación física. Sin embargo, si tiene en cuenta unas pocas e importantes
reglas, puede reducir considerablemente la posibilidad de ser individualizado e
identificado”, añade.
Asimismo, el manual contiene una sección dedicada a
temas tecnológicos específicos que pueden utilizarse para comunicarse
anónimamente, mantener la confidencialidad y protestar de manera
efectiva.
Entre las cosas que un seguidor de Anonymous deber hacer se
encuentran: mezclarse con la multitud, mantener un perfil bajo, estar al tanto
de las noticias, buscar señales de policías encubiertos y ocultar todo aquello
que pueda ser usado para identificarlo como tatuajes o cicatrices.
En la
lista de lo que no se debe hacer figuran: no confiar en nadie, ni dar ningún
tipo de información personal que pueda ser usada para identificarlo, no hablar
sobre los vínculos con grupos activistas, ni mencionar sobre Anonymous a nadie
que no conozca.