El blues y el jazz son hoy menos emocionantes sin la sugestiva y apasionante voz
de Etta James, una leyenda de la música que batalló contra sus propios
demonios en forma de adicciones durante décadas y que dejó canciones,
radiografías de sus lamentos, para la eternidad.
La cantante de "At
last", "I just wanna make love to you", "The wallflower" y "Something"s got a
hold on me" falleció a los 73 años, rodeada de su esposo y sus
hijos, por complicaciones derivadas de la leucemia que
padecía.
Jamesetta Hawkins, su nombre real, fue una
superviviente de una vida llevada al límite. Nació en Los Ángeles el 25
de enero de 1938. Nunca llegó a conocer la identidad de su padre y su
madre, adolescente en el momento del parto, no pudo responsabilizarse de ella
durante su infancia. Pero su poderosa voz se hizo notar rápidamente desde el
coro gospel de una iglesia de su barrio tras recibir clases del profesor James
Earle Hines.
Su madre la llevó a San Francisco en 1950 y James formó la
banda "The Peaches" -el apodo de la artista-, donde fue
descubierta por Johnny Otis, quien la llevó a la fama con el tema "The
wallflower", una joya del rhythm and blues que tuvo que ser rebautizada -se creó
como "Roll With me Henry"- por sus connotaciones sexuales.
Posteriormente
en Chicago firmó por la discográfica Chess Records en 1960, donde se decantó más
por los temas pop y soul, como "Stormy weather", "A sunday kind of love", "All I
could do is cry" y la mítica "At last", un tema ineludible en multitud de bodas
que con sus acordes de violín se convirtió en estandarte del
romanticismo.
A mediados de la década de los sesenta James giró hacia un
sonido más descarnado mientras hacía frente a su adicción a la heroína, unos
años en los que firmó "Tell mama" y la escalofriante declaración de amor "I"d
rather go blind", un tema que posteriormente versionó Rod Stewart y que habla de
su preferencia por volverse ciega antes que ver a su amado con otra
mujer.
James dijo haber escrito ese tema en 1968 con la ayuda de su amigo
Ellington Jordan cuando éste estaba en prisión.
Sus problemas con las
drogas -especialmente la cocaína y el alcohol- no cesaron y tuvo que ingresar en
varias clínicas de desintoxicación durante las décadas de los setenta y ochenta,
una época descrita de forma sórdida en su autobiografía "Rage to
survive".
Sin embargo, y a pesar de contar con una salud muy delicada
-llegó a pesar más de 180 kilos-, consiguió regresar a los estudios de grabación
("Mistery Lady", de 1994, tributo a Billie Holiday) y llevar a cabo inolvidables
intervenciones en directo, ya convertida en una dama de la música, aunque
necesitaba ayuda para entrar y salir del escenario.
"Pensaba que
iba a morir", admitió a la revista Ebony en 2003. "Estaba
constantemente preocupada por un posible ataque al corazón", explicó la artista,
a quien se le practicó un bypass gástrico en 2002 para reducir hasta la mitad su
peso.
Durante su carrera fue telonera de los Rolling Stones en 1979, se
hizo con tres premios Grammy (Mejor Actuación Vocal de Jazz por
"Mystery lady"; Mejor Álbum de Blues Contemporáneo por "Let"s roll" -2003- y
Mejor Álbum de Blues Tradicional por "Blues to the bone" -2004-) y fue incluida
en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 1993.
Sus
hijos, fruto de su matrimonio con Artis Mills, con quien se casó en 1969,
produjeron esos discos.
Beyoncé Knowles, una de las
artistas influenciadas por su música, al igual que Tina Turner, Bonnie
Raitt y Christina Aguilera, llevó su vida al cine en el filme "Cadillac
records" (2008).