Joyas, iPads, productos de belleza, ropa,
coches de bebé o casas: impulsados por la fuerza de su economía y la fortaleza
del real, los brasileños hacen honra a su fama de consumistas y viajan y compran
como nunca, con Estados Unidos y Francia entre sus destinos favoritos.
La creciente movilidad social de los brasileños -casi 30 millones accedieron
a la clase media en los últimos 10 años-, el aumento de la renta y del crédito y
bajo desempleo (5,2% en noviembre) han contribuido a viajes y gastos récord de
los brasileños en el exterior.
Sus destinos favoritos: Estados Unidos (Florida y Nueva York), Buenos Aires y
París, dijo a la AFP el director del Departamento de Estudios (Depes) del
Ministerio de Turismo, José Francisco Salles Lopes.
En 2010, 1,1 millones de brasileños viajaron a Estados Unidos, 870.000 a
Argentina y 384.000 a Francia. La lista de preferencias continúa con Portugal,
Italia y España.
Y no sólo viajan, sino que también gastan, y vaya cómo.
Con 5.900 millones de dólares desembolsados en Estados Unidos en 2010, según
el departamento de Comercio estadounidense, son los extranjeros que más gastan
per cápita en el país, casi 5.000 dólares por persona.
"El brasileño gasta todo lo que tiene. Si tiene 5.000, gasta 5.000", explicó
Salles.
El Banco Central estima que en 2011 los brasileños gastaron un récord de más
de 20.000 millones de dólares en viajes internacionales, un 22% más que en
2010.
-- "¡Dame tres!" --
Sydney, un pediatra de Rio de Janeiro de 47 años que prefirió no dar su
apellido para no tener problemas con la aduana, viaja a Estados Unidos unas dos
veces por año y llegó esta semana de Boston, donde trajo más de 40 paquetes de
artículos comprados por internet y enviados al hotel por su hija de 14 años.
"Dos iPods, un computador, ropa y tenis de marca, dos máquinas fotográficas;
la comodidad de comprar así, la seguridad, la calidad, los precios, es
imbatible. En Brasil todo cuesta el doble o el triple", dijo a la AFP.
Con fuertes cargas impositivas, una inflación aún elevada (+6,6%) y el alza
de casi 40% del real en relación al dólar desde 2009, Brasil es un país
caro.
Sydney también viajó en 2011 a Fort Lauderdale (Florida) y visitó un
megashopping center invadido por brasileños.
"Me daba hasta vergüenza decir que era brasileño, mis compatriotas compraban
por doquier, se probaban las camisas Armani y gritaban '¡No importa el talle ni
el color, dame tres!'".
Las embarazadas brasileñas acomodadas también viajan en masa a Estados Unidos
a comprar el ajuar del bebé.
Carlos Eduardo, un administrador de empresas carioca de 40 años cuya esposa
aguarda un bebé para mayo, pasó la Navidad en Orlando haciendo compras para su
futuro hijo, desde "ropa de bebé hasta los dos años" hasta "pomada para las
paspaduras", y "todo por un tercio o un cuarto de lo que pagaría aquí".
Cada brasileño puede traer del exterior mercaderías por hasta 500 dólares sin
pagar impuestos.
La disparada de los precios inmobiliarios en Brasil también ha llevado a los
brasileños a comprar condominios de lujo en Miami, según agentes inmobiliarios
locales.
En 2011, el pedido de visas para viajar a Estados Unidos aumentó 40%, y
Washington anunció que duplicará la cantidad de funcionarios en Brasil para
acelerar el trámite, que hoy demora unos 50 días. Este sábado, el consulado de
Rio organiza un "Super sábado de visas" para otorgar 1.500 visados.
La industria comercial y turística estadounidense cabildea ante el Congreso
para que los brasileños puedan entrar sin visa.
"Este era el sueño del brasileño y hoy son los estadounidenses quienes lo
piden. Reconocen en el brasileño a un turista de calidad", estimó Salles.
-- Fiebre por París --
La élite brasileña siempre tuvo debilidad por París, varios brasileños tienen
una segunda residencia en la capital francesa y cuando uno entra a librerías en
Rio se topa con mesas enteras dedicadas a la Ciudad Luz.
"París es la ciudad más vendida cuando el viaje es a Europa", indicó Pablo
Resende Torres, de CVC, la mayor operadora de viajes de Brasil, que ofrece un
exitoso tour denominado "París para brasileños".
Los brasileños son la segunda nacionalidad extranjera que más visita el museo
del Louvre, detrás de los estadounidenses, según cifras difundidas esta
semana.
"Quien va a Miami, va a comprar electrodomésticos, pero a Europa los
brasileños van a comprar marcas", dijo a la AFP Rejan Bruni, una bióloga de 53
años que vive en Rio y llegó hace un par de días de Europa.
"En Roma, había filas sólo de brasileños para comprar en Louis Vuitton",
contó esta investigadora del Jardín Botánico.
AFP